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Entre nuestros colaboradores cada uno tiene sus virtudes y defectos, pero sólo hay uno capaz de pasarse todo un mes recopilando pacientemente toda la lista de títulos relacionados con un determinado tema. Esa lista la tendréis todos los meses en esta sección de vuestra revista. BICHOS QUE SON HOMBRES...HOMBRES QUE SON BICHOS Por José
Luis Barrera
La mujer y el monstruo de Jack Arnold. La bella y la bestia de Jean Cocteau. La mosca de David Cronenberg. El hombre lobo de George Waggner El hombre y el monstruo de Rouben Mamoulian El bosque del lobo de Pedro Olea. La
mujer pantera de
Jacques Tourneur El regreso de la mujer pantera de Robert Wise El
hombre leopardo de
Jacques Tourneur La isla del Dr. Moreau de Don Taylor La isla del Dr. Moreau de John Frankenheimer Cabeza Borradora de David Lynch Furia de titanes de Desmond Davis El mago de Oz de Victor Fleming Un hombre lobo americano en Londres de John Landis Un hombre lobo americano en París de Anthony Waller Un ángel pasó por Brooklyn de Ladislao Vajda Batman de Tim Burton Batman vuelve de Tim Burton El hombre elefante de David Lynch La bestia de Walerian Borowczyk The relic de Peter Hyams Freaks (La parada de los monstruos) de Tod Brownig La cosa de John Carpenter El enigma de otro mundo de Howard Hawks y Christian Niby El planeta de los simios de Franklin J. Schaffner
La bestia debe morir de Paul Adnett Profecía maldita de John Frankenheimer Nosferatu de F. W. Murnau Drácula de Tod Brownig Drácula de Terence Fisher Drácula de Bram Stoker de Francis Ford Coppola Bigfoot
y los Henderson
de William Dear El pacto de los lobos Lobo de Mike Nichols Spiderman de Sam Raimi
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El
estreno de Spiderman nos da pie
a repasar sucintamente algunos de los títulos de películas donde se
ofrece esa transmutación en animal, algo que el cine ha mostrado con
bastante delectación y a veces mucho morbo. En el fondo, y el Dr. Freud
lo sabía muy bien, todas ellas nos mostraban de un modo muy plástico el
pozo sin fondo que el subconsciente oculta en el hombre o la férrea
disciplina social que sobre sus hombros recae. Citamos sólo algunas y de
entre ellas una o dos de las de una muy larga serie como pueden ser las de
vampiros. Así, pues, cuidado con las inofensivas hormiguitas.
Dr.
Doolittle
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