En
esta página haremos un pequeño análisis de algún libro o cualquier otra publicación vinculada con el mundo del
cine que, por sus especiales características, nos anime a recomendarla a
todos vosotros... aunque no todo lo que se publica es igualmente
recomendable.
QUE
LA MAGIA TE ACOMPAÑE
Título:
Cómo mejorar un guión
Autor:
Syd Field
Editorial:
Plot Ediciones
Madrid,
2002.
Fue
en 1994 cuando Plot editó en nuestro país El
libro del guión (Fundamentos de la escritura de guiones), primera
obra de este gurú de los guionistas norteamericanos que llegaba a nuestra
lengua, aunque con notable retraso, ya que se trataba de un manual escrito
en 1982. El éxito de esta obra, que ha sido reeditada en numerosas
ocasiones, provocó rápidamente la aparición de un segundo libro, El
manual del guionista, en donde se profundizaba en las teorías de
construcción de guiones a partir de ejemplos concretos del cine actual,
fundamentalmente norteamericano.
Precisamente
cuatro títulos actuales (Terminator
2, El silencio de los corderos,
Thelma y Louise y Bailando con lobos) fueron la base de la tercera obra publicada en
castellano, esta vez intentando explicar la importancia del guión en títulos
en los que también otros factores (como los efectos especiales o la
personalidad de sus realizadores) influyeron en el éxito de los mismos.
Siendo discutibles sus opiniones en algunos casos (no es precisamente Terminator 2 un ejemplo de guión de altos vuelos) lo cierto es que
su análisis a fondo de estos guiones permite conclusiones muy sugestivas
sobre los mecanismos que permiten funcionar un proyecto (destacaríamos el
dedicado a El silencio de los
corderos, donde se aprecia que muchos de los hallazgos de la película
corresponden a Ted Tally y no al director, Jonathan Demme).
Finalmente,
hace apenas unos meses Plot ha editado una nueva guía práctica para
identificar y solucionar problemas del guión a cargo del “profesor de
guión más solicitado del mundo” (sic). Su título: Cómo
mejorar un guión. Y su contenido, exactamente el que promete: desde
aprender a reconocer los problemas hasta comenzar a resolverlos con
esquemas más o menos prácticos.
Con
un planteamiento claramente pedagógico, buscando una y otra vez las
preguntas claves e intentando responderlas, con un afán de dejar claros
los puntos básicos hasta la extenuación, Field comienza por dejar claro
de dónde pueden venir los problemas de un guión:
“Empecé
a comprender que sólo hay tres categorías distintas de Problema;
cuando se está escribiendo un guión todos los problemas proceden o
bien de la Trama o del Personaje o de la Estructura. El arte de resolver
los problemas es en realidad el arte de reconocerlos.”
Tras
una amplia introducción, Field divide su libro en tres partes y se dedica
a analizar a fondo los problemas derivados de estos tres elementos: trama,
protagonista y estructura. En su camino nos ofrece reflexiones a veces
brillantes y, en muchos casos, útiles para todo aquel que quiera
plantearse escribir algún tipo de guión:
“Creo
que lo que más asusta a los guionistas, y a todo el mundo si a eso
vamos, es que la mayor parte del tiempo saben que hay un problema pero
no saben cuál es. No pueden definirlo o describirlo.”
Entre
los mecanismos que nos propone para identificar los problemas de una
escena hay algunos que resultan obvios, pero otros se nos antojan
artilugios útiles para detectar y ayudar a corregir momentos poco
satisfactorios de un guión:
“Hay
una manera de sacar aún más partido de la escena; en este libro me
referiré muchas veces a la utilidad de redactar breves textos, sobre la
historia y los personajes, para definir y desarrollar los
acontecimientos y las relaciones.”
Con
todo, siendo un libro muy útil y que se lee de forma amena, entre otras
cosas porque los ejemplos que utiliza son de películas recientes que
cualquiera puede encontrar en el videoclub de la esquina, que nadie espere
soluciones definitivas a un trabajo que cada uno debe realizar
personalmente. Field, muy ducho él en esto de impartir cursos (por algo
tuvo como maestros a Sam Peckimpah y a Michelangelo Antonioni, con los que
compartió días de trabajo en sus guiones... aunque sólo como estudioso,
nunca como coguionista), también busca cubrirse las espaldas en algún
momento y no tiene ningún reparo en acudir a la “musa” cuando otro
tipo de recursos no permiten encontrar y resolver los problemas de un guión:
“Para
mí, escribir consiste en hacer preguntas y esperar luego las
respuestas. Las respuestas siempre acaban por presentarse, en la mayoría
de los casos revelándose de manera totalmente inesperada. Es parte de
la magia del proceso de escribir.”
Pues
eso, un libro que revela algunos recursos para corregir guiones, aunque el
resto de la tarea también la deja, como Harry Potter, a la magia... así
cualquiera escribe un guión.
Mister
Kaplan
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