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Making of Encadenados

 

EL "TOQUE HITCH"

Por Luis Tormo

"Encadenados" contiene algunos de los momentos más intensos que Hitchcock había filmado hasta entonces"Cuando se cuenta una historia en el cine, sólo se debería recurrir al diálogo cuando es imposible hacerlo de otra manera. Yo me esfuerzo siempre en buscar primero la manera cinematográfica de contar una historia por la sucesión de planos y de los fragmentos de película entre sí" ALFRED HITCHCOCK (François Truffaut, El cine según Hitchcock, Alianza Editorial, Madrid, 1974, pág. 52). 

Esta cita extraída de la magnífica entrevista que Truffaut realizó a Hithcock en los años 60, resume la importancia que para el maestro inglés tiene el aspecto visual en su películas, es decir, aquello que pertenece de manera casi exclusiva al arte cinematográfico (movimientos de cámara, planificación y montaje). Encierra, además, otro aspecto fundamental en el cine de Hitchcock y es que su estilo no es transparente; el espectador, más que nunca, ve a través de la cámara, la planificación y el montaje pues las imágenes no son neutras, todo lo contrario, denotan muy claramente las intenciones del director. 

En este sentido, Encadenados (1946) contiene algunos de los instantes más intensos de todo lo que Hitchcock había filmado hasta ese momento, convirtiéndose en una especie de resumen de sus mejores cosas y asentando, a la vez, determinados elementos fílmicos que iría mostrando a lo largo de toda su filmografía. 

Veamos un ejemplo. Hacia la mitad del metraje, Hitchcock quiere reforzar el tema de una llave que significa el acceso a la información sobre las actividades del grupo nazi; el tema de la importancia de los objetos se repite a lo largo de toda la película de una manera constante (una llave, una taza, la botella, etc.) y para reforzar este aspecto se elige un plano realizado con un movimiento de grúa que desciende desde lo alto de una escalera (en un plano general) hasta la mano del personaje de Ingrid Bergman (un primer plano, casi un inserto, de la llave en sus manos). Es un solo plano, donde la continuidad y el paso de un plano general al primer plano, le están indicando al espectador esa importancia del objeto. No es algo nuevo pues Hitchcock ya lo había utilizado en Inocencia y juventud (1937), al final de la película, para indicarle al espectador quien es el asesino, mediante el movimiento de la cámara desde el techo hasta el primer plano de los ojos del batería. Y este recurso, que en Encadenados es más estilizado queda ya asimilado en Hitchcock, que lo utilizará de manera reiterada en otras películas como Marnie, la ladrona (1964), para descubrir la presencia de un antiguo jefe, entre una multitud de personajes, que perturba al personaje de Tippi Hedren. Y todo sin diálogos, solo con la fuerza de la cámara que se desplaza buscando, denotando, indicando al espectador lo que el director quiere mostrar. 

A través de la planificación, el espectador ve en el cine de Hitchcock unas imágenes que nunca son neutras: delatan sus verdaderas intenciones.Junto a los planos rodados con grúa, Encadenados refuerza el travelling como elemento básico para la comprensión de la historia. En la escena del apartamento, la forma de remarcar la unión entre Cary Grant e Ingrid Bergman es mantener la cámara pegada a los protagonistas que se desplazan desde el balcón hasta el interior, mientras se dan un beso. La tensión se mantiene precisamente por la continuidad del plano y no tanto por el diálogo; a su vez adelanta otras escenas de besos en los que el movimiento lo aporta la cámara y no los actores (como veremos posteriormente en Vértigo, 1958, con el giro de 360º alrededor de James Stewart y Kim Novak). 

Otras veces el aspecto visual se impone incluso al diálogo, de tal forma que el plano sonoro indica una cosa y la imagen otra. Es lo que vemos en la escena que se desarrolla tras enterarse Alex (Claude Rains) de que Alicia (Ingrid Bergman) es una espía. La escena se desarrolla en el jardín de la casa cuando Alicia, Alex y su madre están tomando café, hablando de cosas absolutamente rutinarias. Este diálogo comienza con un plano de Alex, la cámara se mueve y se centra en un primer plano de la taza de café (indicando al espectador que está envenenada) y sin producirse ningún corte vamos como Alicia se lo toma y mediante un desenfoque pasamos a la madre de Alex. Sólo entonces Hitchcock corta la escena, pero mediante un encadenado, siendo el siguiente plano el rostro de Alicia ya enferma. Es difícil concentrar en un solo plano tanto contenido pues son las imágenes, y no el diálogo, quien realmente aporta las verdadera sustancia: Alex está envenenando a su mujer y la inductora última es su madre. Son unos pocos segundos que contienen movimiento de cámara, composición e incluso montaje en el propio plano. En otras películas Hitchcock jugará con este recurso contando en unos segundos muchos contenidos mediante un movimiento de la cámara (al principio de La ventana indiscreta, un travelling describe la situación del protagonista, James Stewart, pasando desde la fotografía del accidente a la foto de su novia). 

Hasta ahora hemos hablado del significado que aporta mover la cámara, pero en Hitchcock es igual de importante todo lo que tiene que ver con la composición de los planos y el juego que los diferentes personajes desempeñan en función de la situación dramática. En Encadenados es constante como se remarca la separación entre Cary Grant e Ingrid Bergman mediante la composición de los personajes en el encuadre. La madre de Alex aparece siempre situada en el medio, de forma amenazadora, vigilante, a veces incluso remarcada aprovechando los elementos de la escena (antes de la boda está por encima de ellos en la escalera). Este juego se repite en la película con todo lo que significa ruptura o separación en la pareja protagonista (el jefe de Cary Grant también se interpone entre ellos en la escena que les dice que se tienen que separar, explicitando esa prohibición). 

Podríamos encontrar muchos más detalles en Encadenados, que se van repitiendo en el resto de su filmografía y que conforman ese estilo característico, ese toque "Hitch", responsable de que sus películas, vistas una y mil veces, ganen en riqueza. 

 

 

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