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Guerrilleros de la memoria La España de las ilusiones Imitaciones, copias, coincidencias Calle Mayor junto a la Catedral Mentiras, cobardías, silencios El cine de Bardem Señora necesitada busca... Ficha completa de Calle Mayor Bibliografía sobre Calle Mayor
| | GUERRILLEROS
DE LA MEMORIA
Por
Enric
Albero
Juana (Zay
Nuba), observa en el espejo de la pantalla como las lágrimas de Isabel Castro (Betsy
Blair) se derraman tras el desvanecimiento de aquella ilusión tan real. Las dos
acabaran mirando el vacío desde una ventana. Mientras, fuera, llueve.
Los ecos de Calle
Mayor sobrevuelan el último clásico moderno de Enrique Urbizu, La vida
mancha. Las historias del cine, frecuentemente, suelen devolver a la
palestra a los olvidados, a los menos favorecidos por la alquimia taquillera que
convierte en oro el celuloide y manda al limbo al resto de argumentos que sirven
para valorar un película. Muchas veces, es el propio cine el encargado de
resucitar a los asesinados por la memoria, y, en este caso, fruto de la
colaboración Urbizu - Gaztambide, la perenne obra de un cineasta que el paso de
los años se ha encargado de devaluar vuelve a golpear las retinas amnésicas de
los espectadores. Tal vez, éste acto de reivindicación consiga demostrar que
no solo son recuperables los clásicos ajenos (que también, y de hecho las
reminiscencias a Shane y The Searchers, se dejan entrever a medida
que el metraje avanza) sino también otros más cercanos.
Como La vida
mancha, este numero de Encadenados se construye desde una mirada
hacia atrás vuelta grito de aviso: no olviden.
Los más
inocentes pensarán que la venganza contra el olvido es un cometido poco
gratificante pues, igual que el último día de la guerra (de cualquier guerra),
tan solo se recuerda el placentero fogonazo de aquel instante (un puñado de
iraquíes ‘ahorcando’ una
estatua del prófugo Sadam), para después
archivarlo en el estante de las cosas finiquitadas. Craso error. No archiven,
las vidas, igual que las guerras, no se acaban después de la muerte o de la
victoria: después de la última batalla, algunas guerras no hacen sino empezar,
tal vez por ello debamos dar vida después de la muerte a aquellos que después
de muertos fueron demasiado enterrados.
La vuelta a
Bardem desde Calle Mayor no pretende emancipar el resto de las obras de
aquel hijo de cómicos (Rafael Bardem y Matilde Muñoz Sanpedro) nacido un dos
de Junio de 1922 en Madrid. La voluntad es, justamente, la contraria: hacer de Calle
Mayor un puente que permita cruzar desde el terreno del desconocimiento a la
orilla del interés. Así pues éste es solo el paso previo para hacer brotar la
curiosidad por aquella filmografía que, tácitamente, se esconderá tras los
comentarios sobre Calle Mayor.
Los ajustes de
cuentas cinéfilos suelen traer a colación los momentos más brillantes que
trufan las biografías de los protagonistas. Dejando de lado la incursión en el
lado rosa de la vida, tendencia harto aborrecible que convierte el mundo del
cine en un espectáculo de varietés, se hace necesario encarar de forma sintética
aquellos hechos que hicieron de Bardem uno de los directores más importantes
del cine español: su formación en el Instituto de Investigaciones y
Experiencias Cinematográficas (IIEC), que combinó con su trabajo en el
Ministerio de Agricultura (era licenciado en ingeniería agrónoma), que le
llevo a conocer su inicial colaborador José Luis García Berlanga (su pareja
profesional más o menos feliz). Por cierto, como muchos otros, no llegó a
titularse como cineasta. Fue decisiva su aportación, en el año 1955, en las
conversaciones de Salamanca, donde acuño aquella frase lapidaria que decía que
el cine español era “políticamente ineficaz, socialmente falso,
intelectualmente ínfimo, estéticamente nulo e industrialmente raquítico”.
Es en estos años donde se fragua la trascendencia de la figura de Juan Antonio
Bardem: punto de inflexión que permitirá avanzar a un cine español estancado
(frenado por una ominosa dictadura) hacia horizontes inimaginables poco tiempo
atrás. Obras como Muerte de un ciclista o Calle Mayor, que
consiguieron participar en festivales como Cannes y Venecia (y ganar sendos
premios de la crítica) gracias a su calidad de coproducción. El aperturismo
que logró el director madrileño permitió, no sólo que sus obras cruzaran el
infranqueable (¡!) muro pirenaico, sino también que técnicos y actores
extranjeros pisaran la piel de toro e importaran todo aquello de lo aquí se
carecía. Francamente (¡!), la irrupción de gente como Betsy Blair (casada, a
la sazón, con Gene Kelly), Dora Doll, Yves Massard, o Lucia Bosé, Raf Vallone,
Corinne Marchand, Maria Félix ... permitió que la casi inexistente industria
española pudiera, al menos, ofrecer ciertos productos de alta calidad, ajenos a
todo el cine de autocomplacencia patria.
Su ideología
convencidamente comunista le llevó a ingresar en la cárcel en los años
setenta. No obstante, su postura política fue decisiva a la hora de
confeccionar sus películas, donde la denuncia de las situaciones inherentes a
aquella España retrasada, feroz y autoritaria se convirtió en uno de los
puntos fuertes de su filmografía.
En los últimos
años de su vida a penas se sentó en su silla de dirección, y cuando lo hizo
fue para la televisión. Piezas como La huella del crimen, o filmes
decididamente biográficos como El joven Picasso o Lorca, muerte de un
poeta, fueron sus intentos más destacables elaborados para la pequeña
pantalla.
Los días
posteriores a su muerte, el 30 de Octubre del pasado año, fue ampliamente
recordado. Ahora, tras los fogonazos posteriores a la muerte (o la victoria), es
tiempo de rememorar la importancia de sus actividades.
Para que no
archiven así, sin más, haciendo como que nunca pasa nada, y para que vayan más
allá de Calle Mayor, aquí tienen cuanto dio de si la carrera de un
director excesivamente importante como para ser borrado, como las guerras.
FILMOGRAFIA
COMO DIRECTOR (o CO-DIRECTOR):
- Esa pareja feliz
(1953)
- Cómicos (1954)
- Felices pascuas
(1954)
- Muerte de un
ciclista (1955)
- Calle Mayor (1956)
- La venganza (1957)
- Sonatas (1959)
- A las cinco de la
tarde (1961)
- Los inocentes (1962)
- Nunca pasa nada
(1963)
- Los pianos mecánicos
(1965)
- El último día de
la guerra (1968)
- Varietés (1971)
- Les évasions célèbres
(1972) (TV)
- La isla misteriosa y
el capitán Nemo.(1973)
- La corrupción de
Chris Miller. (1973)
- EL poder del deseo.
(1975)
- El puente. (1976)
- Siete días de
enero. (1978)
- Die Mahnung (1982)
- La huella del
crimen: Jarabo. (1984) (TV)
- Lorca, muerte de un
poeta. (1987) (mini / TV)
- El joven Picasso.
(1993) (TV)
- Resultado
final (1998)
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