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Como
todos los meses, una vez más os invitamos a mandarnos vuestra
correspondencia, bien con comentarios de películas, bien con
sugerencias o para preguntar aquel dato que hasta hoy no os habíais
atrevido a preguntar a nadie. Os contestarán Mr. Arkadin y el Señor
Kaplan, dos perfectos caballeros.
Eva
Vargas
Te
hemos pillado. No, no te llamas así. Aunque nos lo jures por Kubrick,
Hitch o Welles no te creemos. Sobre todo cuando nos hablas de tu
admiración por Mankiewicz al que, al parecer, estás descubriendo en un
ciclo (extraordinario) de la Filmoteca Valenciana. Descubrimiento que
demuestra tu inocencia, perdón, tu juventud fílmica y de la otra. De
todas maneras habrás tenido ocasión de ver no hace mucho (vía
televisión) títulos suyos tales como El
día de los tramposos (excelente western), Carta
a tres esposas (excelente melodrama), De
repente el último verano (ídem), La
condesa descalza (más ídem), Ellos
y Ellas (estupendo musical), La
huella (excelente obra sobre la “lucha de clases” resuelta con
cruel ironía)... Suponemos por lo de Eva que eres una forofa de
Eva al desnudo (estupendo análisis sobre el engaño, el ansia de
poder, el mundo del espectáculo) y
de La condesa descalza (otra
mirada sobre el mundo del cine y de la fantasiosa... irrealidad) que
cuentan con interpretaciones admirables. Por cierto, en la primera, en
un pequeño papel aparece Marilyn Monroe. Es claro que tu “nombre”
(recién impuesto) viene de la Eva del primer filme y de la María
Vargas (Ava Gardner está que se “sale”) del segundo. ¿Cuál era el
secreto de don Joseph? Saber dirigir estupendamente unos guiones de esos
que ya no se hacen (por cierto qué buen guión es el de la reciente El
hijo de la novia) y contar con actores de esos que ya no hay. Bien
es verdad que a veces le gusta (a Mankiewicz) insistir demasiado en lo
obvio, pero se le puede perdonar este pequeño pecado. Recuerda respecto
a ello los muñecos-payasos de La
huella o la continua (y por momentos molesta) referencia al cuento
de “cenicienta” en La condesa descalza. Referencia que incluso se deja “ver” en el
título (la pérdida del zapato) y que está a punto de hundir elementos
dramáticos: el conde contando, en la noche de bodas, el “terrible”
secreto a su mujer coreado (desde fuera de campo) por los invitados
(ajenos al drama que tiene lugar) que se divierten en los salones del
palacio. Con todos los peros, nadie puede poner en duda las excelencias
del señor Mankiewicz, uno de esos monstruos del gran cine americano. Si
no hubiera existido el cine parlante él, y otros como él, lo hubiera(n)
inventado. Sigue viendo sus películas en la Filmo Valenciana. Todas a
ser posible.
Marcos
Niján
Bienvenido
a este “encadenamiento” que es el cine y nuestra (tuya también)
revista de la red. Nos has enviado (al igual que hicieron con
anterioridad otros como Josep Romaguera o Evaristo) una criticas
(“algunas critiquillas”, dices) para la revista. Como habrás
comprobado una (no seas avaricioso) aparece en la sección “opera
prima” de este número. Nos hubiera gustado, como hizo Josep, o como
hizo (a posteriori) Evaristo, saber las aventuras que has tenido que
correr (ni siquiera aún nos hemos dado de alta en los buscadores) para
encontrarnos (una proeza llegar a nosotros entre tropecientas mil páginas
de cine que existen en la red) y quién eres. Tus “critiquillas”
(pero, ¡no te “hinches”!) han encandilado al Sr. Kaplan ya que,
dice, están en su onda. Es decir, impregnadas de sana ironía. Buen
sentido crítico tamizado con agradables dosis de mala uva. Adelante
Marcos la afición está contigo.
Reiner
Boller
Pues
nada, estupendo saber que estamos llegando a todos los lugares. Y eso
que hay algún navegador importante para el cual no está, de momento,
adaptada la revista. Nos pedís una serie de datos referentes a actores
que trabajaron en co-producciones con Alemania en los años 50. La razón
es esa revista que lleváis ahí llamada Karl
May, en honor del escritor alemán de novelas de aventuras exóticas
y de westerns. Los actores por los que nos preguntáis las direcciones
(con vistas a poderlos entrevistar) son algunos de los que trabajaron
(casi siempre como secundarios) en las películas que en España se
realizaron sobre las novelas del escritor. Del triunvirato pedido hemos
podido encontrar la dirección de Mara Cruz (su nombre para el cine ya
que el suyo real era otro), que os enviamos directamente a vuestra
dirección. La de Ángel Alvárez es más bien difícil ya que murió
hace varios años. De Pilar Cansino (una probable, así se consideraba
ella misma, prima segunda de Rita Hayworth de verdadero nombre Rita
Cansino) nada hemos podido averiguar, por el momento. Mara Cruz, que
empezó con fuerza como actriz protagonista en Madrugada
de Antonio Román, sobre una obra de Buero Vallejo, terminó diluyéndose
en obras de escaso interés. Como actriz poco sabemos de ella desde hace
tiempo. Una estrella fugaz absorbida por no sé qué extraño fenómeno.
Esteban
Carreño
¿Te
hemos parecido muy duros con Spielbeg? Creo que de esa forma
equilibramos la balanza ya que hay muchos que lo consideran como un
sucesor del cine clásico americano. Santa Lucía les conserve la vista.
Por si existían dudas de sus tendencias sensibleras, su último camelo
(y no caramelo) I.A. deja las cosas muy claras. Compara la película (su historia,
vamos) con el libro de Aldiss (“Los superjuguetes duran todo el
verano”) y te darás cuenta de la diferencia. No creo que Kubrick
estuviera entusiasmado con poner en manos de Spielberg la que iba a ser
su película. De hacer caso a Baxter, en su libro sobre Kubrick, éste
tendría en poco aprecio a Steven hasta el punto que llegó a decir que
Spielberg era un perfecto cretino. Y razón tenía... a pesar de que
Stanley tenía muchas cosas de las que arrepentirse.
Juana
Alba
Un buen
director no hace siempre una buena obra. Aunque algunos críticos, que
siguen ese tonto criterio de la política de autor, afirmen que todo lo
hecho por tal realizador tiene que ser bueno y viceversa. No pintan así
las tornas. Wilder, por mucho que se quiera su cine, ha hecho pelis tan
torpes como la que da título a esta sección. Bueno, pues ahora le ha
tocado la “lotería” a Carpenter. No entiendes cómo ha podido
filmar una cosa tan inútil como Fantasmas
de Marte. Es algo que tampoco lo entiendo. Me parece una peli tan
poca cosa que casi ni existe. ¿Ha rodado con guión o simplemente se ha
dedicado a filmar una tras otra escenas de acción? Acciones estiradas
al máximo por un hilo argumental que realmente no es nada. Alguien decía
que era un western. Si eso se decía para defender la peli no tiene
demasiado sentido, ya que Carpenter siempre ha filmado westerns. Un
amigo me comentaba que este último western carpenteriano pasaba revista
a todo el género. Según él, ahí estaban (escena a escena) el ataque
al tren, a la cárcel, al campamento... Pues qué bien... Lo que ocurre
es que todos los “ataques” son iguales, calcos unos de otros. Aparte
de que la peli es, en sí, una copia de otra de Carpenter, su célebre, Asalto
a la comisaría del distrito 13. ¿Que ha querido hacer una broma?
Si es así, que la ruede en vídeo y se la enseña a sus amiguetes. Lástima
el mal sabor de boca de estos fantasmas después de la hermosura diabólica
de Vampiros. Eso sí, atención
a la prota de estos fantasmas marcianos. Su presencia es lo único
soportable. Pero el hecho de que Carpenter haya realizado esta auténtica
fantasmada no es razón para arremeter contra sus películas anteriores:
las tiene malas, pero también, algunas, excelentes.
Eduardo
Niño
No está
mal el subtitulo que concedes a Atlantis. La denominas como Indianita en busca de Shangri-La. Creo
que no llega a más esta poco presentable última aventura (desventura más
bien) animada (aburrida, diría) de la productora Disney. Lo que
sorprende es que esta “cosa” venga firmada por los dos hombres que
hicieron posible La bella y la
bestia y El jorobado de Nôtre
Dame, dos de las mejores pelis de la casa. Y sorprendente también
la ausencia de “coreografía” (no hay, al igual que ocurría en Dinosaurio,
ni una sola canción: ¿nueva política de la casa?) cuando las dos
pelis citadas eran un ejemplo de buenos musicales. ¿Qué ha pasado? Con
buen criterio indicas que la peli te parece una mezcolanza de otras
varias. Tienes toda la razón. Te diría más. Trata de unir la aventura
a un carácter esotérico acumulado a través de escritos poco sesudos
como en todo lo referente a la “energía nuclear”. Tampoco se ha
sacado partido a la utilización de personajes secundarios (¿chistes
privados? ¿homenajes?) provenientes de la animación o del cómic o del
propio cine. Se ha sacado poco jugo a una serie (grande) de estos
personajes, que aparecen y desaparecen de la pantalla por exigencias del
guión. Pienso en la hermana gemela (en cuanto diseño) de Mr. Magoo (la
anciana y cascarrabias fumadora). No me meto en el increíble argumento
(eso sí, los dibujos son espléndidos), pero lo que no tiene mucho
sentido es la línea argumental con personajes de reacciones increíbles
y una acumulación molesta de situaciones. Si el protagonista parece
querer acercarse a Indiana Jones en busca de su arca favorita (o
emprendiendo su última cruzada), el reino de la Atlántida (demasiado
poco imaginativo) trata de imitar al paraíso perdido entre montañas
ideado por el escritor James Hilton. El diseño del lugar se acerca más
al que recreara Minnelli en Brigadoon
que al mostrado por Capra en Horizontes
perdidos. Un fiasco el último Disney. Habrá que esperar con
impaciencia (se estrena en enero) los Monstruos
S. A. de Lasseter.
Adelaida
Velásquez
Está
bien eso de que te guste el cine iraní y no sólo me figuro por su carácter
(lo llamaré) feminista. Pero, por fortuna, sin exagerar. También, como
tu, valoro, ese sentido absurdo, lindante con el surrealismo, de alguna
de sus películas más destacadas. Es el caso de la segunda parte (tan
milimetrada como la primera) de El
espejo (por cierto del mismo director que El
círculo), las llamadas por el móvil en El
viento nos llevará (el director de la misma, Kiarostami, es el
“padre” de todo el cine iraní), el semáforo en pleno paisaje desértico,
el comienzo o el final (con ese sorprendente e impagable avión) de El voto es secreto, algunas imágenes de Kandahar... Sin duda el cine iraní es otra cosa, incluso en su
ritmo lento con planos sostenidos que pueden cansar a más de uno. Pero,
si podemos adecuarnos a su forma calmosa (de acuerdo con su cine),
disfrutaremos de unas pelis que tratan de hablarnos de un país y de los
problemas de sus habitantes, de la discriminación de la mujer... De
acuerdo contigo, impresionante esa unión del comienzo con el final de El círculo: una estrecha ventanilla que en distintos lugares nos
propone la metáfora sobre el pequeño espacio que se concede a la mujer
en esa sociedad. ¿Sólo en esa? Este cine iraní denuncia claramente la
situación de la mujer, algo de lo que, por ejemplo, tendría mucho que
aprender una peli tan torpe como la española Sólo
mía.
Felipe
Feo
¿Qué
no te entusiasma la selección de Juana,
la loca para los Oscars? ¿Te hubiera parecido mejor seleccionar la
pretenciosa e inútil Lucía y el
sexo del cada vez más engreído y torpe Medem? Mira, pienso que la
peli de Aranda (no conozco aún Sin
noticias de Dios) es de lo poquito estimable que se ha hecho este año
en el cine español. Estimable que no bueno. Al menos está bien
realizada y (casi) bien interpretada. Eso sí, a la peli le sobran
personajes (ese increíble Azorín) e historia. Como en toda su obra, lo
único que le interesa a Aranda, es la historia de amor (y de celos).
Aranda tiene oficio y eso se nota. Algo que no se puede decir de muchos
de los nuevos directores españoles que van apareciendo por aquí y por
allá. Y que juegan a creerse grandes desde la mas burda de las copias
(caso de nuevo “talento” llamado Fresnadillo, autor de esa cosita
insignificante y con ínfulas transcendentales que es Intacto)
o desde una originalidad cuyo único sentido es ocultar sus escasos
medios (caso de Salvaje). No
me gusta La isla del holandés,
pero la prefiero a muchos títulos nuevos de nuestro cine, ya que al
menos está planteada de forma sencilla. Se trata, la de Sigfrid Monleón,
de una pelí que, sin engañar a nadie, trata de contar una historia. El
problema es que ni la historia ni los personajes tienen eso que se llama
enjundia, pero bueno... Por cierto, te digo igual que a Eva Vargas, tu
nombre es un clarísimo pseudónimo. Aparte de que no te has esforzado
mucho para lograr algo original. Más imaginación no te vendría mal.
Juan
Ramírez
¿Qué
nuestro “encadenados “huele” a antimericano? La verdad es que
siempre hemos pensado que se nos iba a atacar por lo contrario, y mira
por donde... Amamos el cine (y la literatura) americana, a los grandes
realizadores (y escritores), pero no nos caen también ciertas actitudes
de sus dirigentes de ayer y de hoy. Lo peor es que ese sentido de
superioridad que se quiere transmitir desde el poder (algo instaurado
desde la propia “fundación” del pueblo usa) ha calado sobre muchos
de sus ciudadanos. No sólo eso. También el creerse salvadores de no se
sabe muy quién y de poner siempre en sus bocas el nombre de Dios como
depositario (y enmendador) de todos sus actos. Como comprenderás, desde
los siglos de la Historia, no podemos tomar mas que a risa esas palabras
o dictados que proclaman cosas tales como: “quén no está con
nosotros está contra nosotros”, “Dios está con nosotros”. Es un
discurso –por cierto, en esta ocasión, y como siempre, también lo ha
utilizado el enemigo- de tonos paranoicos y fascistoides. Nadie está en
poder de la verdad absoluta, ni Dios se dedica a combatir al lado de
unos a otros como si Él se dedicará a aniquilar a sus propias
criaturas.
Basiliev
Platinov
Vaya,
vaya, con los seudónimos con los que habéis tratado de disfrazaros en
este número... Se os perdona en función de vuestros gustos cinematográficos.
Te alegras, y eso está bien, de la vuelta de Martín Patino al cine del
que dices admirar Nueve carta a
Berta y Canciones para después
de la guerra. Preguntas el porqué de sus silencios. Realmente nunca
ha estado apartado del mundo del cine aunque haya rodado en diferentes
formatos. Como quién dice. ayer mismo paseaba por la televisión
andaluza su último trabajo, Andalucía,
un siglo de fascinación, siete capítulos, muy interesanes,
producidos por el canal autonómico andaluz. No sé porqué dicho canal
televisivo no ha vendido la serie a otras televisiones. Su trabajo recién
acabado, Octavia, esperamos
que siga el discurso estético y ético de su cine. En este numero de Encadenados
nuestro director vuelve a dedicar unas líneas a ese rodaje. Después
de extenderte en elogios sobre el cine de Patino (creo, por lo que
dices, no has visto la magnífica Madrid)
pasas a preguntar sobre la razón por la que se incluyen pies de fotos
en la revista. La edad te traiciona (por el entusiasmo por Platinov, que
digo, por Patino) como lo prueba tu ignorancia (implícita e explicita)
sobre el funcionamiento de los amigables/odiados ordenadores. Los
“pies” de fotos o los comentarios (ídem) de carteles y demás
elementos gráficos de la página, están aparentemente ocultos. Basta
con pasar la señal del ratón por encima de la foto para acceder a
dicha información. Tranquilo, a mi también me tuvieron que decir como
aparecía “la letra” esa. Desde que vi al “Hall” de 2001
tengo muchos respeto a los ordenadores.
Elías
Juanes
Tranquilo,
eso de las calificaciones de las películas no sirve para nada. El que
en una publicación “progresista y de altura” (como se denomina) se
dediquen a certificar la maldad de títulos (con un uno) de tanto saber
cinematográfico como La ley del
silencio (Kazan) o La legión
invencible (Ford) no indica más que lo absurdo que se encierra tras
una somera calificación. En otra, o en la misma publicación, se le
concedió un maravilloso cero a Eduardo
Manostijeras (Burton). Realmente lo único importante en una crítica
es el análisis pormenorizado de la peli. En los casos que argumentas ha
habido varios elementos fuera de “la peli” que han llevado a colocar
esas absurdas notas. En el caso de Burton me figuro que debido a una
incompetente política de autor, que lleva a exclamar, a tan
desconcertantes contertulios, que Burton es un pésimo director (por
tanto todo lo que hace será...). En las pelis de Kazan y Ford aparecen
otros outsiders referidos a la
vida personal de Kazan (delator y defensor de su delación en el buen
filme sobre los muelles) o a la ideología (miopemente entrevista como
milataroide y fascista) del hermoso cántico a los tiempos idos. Una
revisión de todos esos títulos no vendría mal a los referidos
publicantes. Por cierto en una publicación (en la misma que aparecen
esas notas) no hace muchos años, Vertigo, la estupenda película de don Alfredo, recibió un categórico
uno. Año a año fue (en esa publicación) aumentando su nota, hasta el
punto que hoy recibe un rotundo cinco (traducido a letras sería obra
maestra). Ahí es nada.
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