He aquí la segunda
página que dedicamos a la televisión (la otra es Malalts de tele).
Sumadas os ofrecen mucho más que un análisis de la programación
televisiva: constituyen toda una filosofía de vida.
LA
TELE EDUCADA
Por
Ángel San Martín
El
sector educativo anda movidito. No hay etapa del sistema escolar que no
tenga por estas fechas algún motivo de preocupación. Por supuesto, no
nos referimos al final de curso, que si exámenes, notas o la
selectividad. El motivo de preocupación son las reformas, más o menos
profundas, que se anuncian para el futuro inmediato. Tantos frentes hay
abiertos que a la responsable del ramo, con rostro agrio, no le ha quedado
más remedio que ir de televisión en televisión cantando las excelencias
de las propuestas de su ministerio. La contestación, incluidas las
manifestaciones callejeras de profesores, alumnos, padres e incluso de los
rectores, no se podía quedar sin la correspondiente réplica catódica.
Y
en este pulso de poder la ministra pasó por los programas matutinos que
las distintas televisiones tienen para discutir los temas de actualidad.
En todos ellos la ministra seguía el mismo guión: primero resaltar las
muchas deficiencias de la actual reforma con genes socialistas, para luego
sacar a relucir los grandes remedios incluidos en sus iniciativas
legislativas. Eso sí, el guión no contemplaba el análisis de por qué
las cosas no van demasiado bien en la escuela pública, mientras que a la
privada le van mejor que nunca. Para ratificar esta línea argumental ahí
está La Primera de TVE que estrenó un programa, próximo a la telebasura,
titulado Ésta es mi historia, dedicado casi exclusivamente a la violencia en
las aulas, pero claro en las aulas públicas.
Siempre
se ha dicho que una de las funciones de la TV es educar a sus audiencias
y, en efecto, ahora estamos viendo que además se usa para adoctrinar.
Para mostrar que quienes están fuera del juego de la razón son los que
se manifiestan en contra de las propuestas ministeriales. Mientras que los
recortes presupuestarios para la educación, el descontrol en el
cumplimiento de la legalidad vigente, la premura en los trámites
parlamentarios de los textos legislativos, los continuos globos sondas
lanzados a la opinión pública constituyen una pequeña parte de lo que
se callan como causa eficiente del deterioro en el que han dejado caer a
la escuela pública. Lo sorprendente es que semejante línea argumental se
alimente desde un ente que también es público, aunque ahora ya está en
manos de la SEPI. Sí, sí, la dueña de Aerolíneas Argentinas. Por
cierto, sin tele y sin aviones ya no tendrán sentido las vacaciones, ¿no
pensarán tenernos todo el año en el cole?
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