Como cualquier
revista que se precie, la nuestra también tiene su sección dedicada a
las bandas sonoras. Habitualmente correrá a cargo de Juan Francisco Álvarez, un mozo con muy buen oído... como
podréis comprobar en cuanto se quite los cascos y atienda las llamadas
telefónicas que le piden, insistentemente, su crónica musical para este
número.
CONCIERTOS
DE MÚSICA DE CINE EN ESPAÑA
Por
Juan
Francisco Álvarez
En esta
ocasión vamos a ocuparnos en “Ábrete de Orejas”, de reseñar los
conciertos de música de cine que se han celebrado a lo largo y ancho de
nuestra geografía.
Afortunadamente
vivimos tiempos en los que la música de cine empieza a ser valorada
dentro y fuera del cine. En lo que llevamos de año podemos reseñar al
menos cuatro interesantes conciertos que de esta nueva música clásica,
como más de uno se han atrevido a llamarla, se han realizado en nuestro
país.
El 23 y
24 de marzo tuvimos la oportunidad de disfrutar nuevamente con la
presencia de un casi octogenario Elmer Bernstein en plena forma, y tan
humilde y bonachón como el primer día. Esta vez la cita era en
Barcelona, que lo recibía por primera vez, dentro de los conciertos que
organiza desde hace tres años L’Auditori con la Orquesta Sinfónica de
Barcelona y Nacional de Cataluña. Este agradable neoyorquino ya ha estado
varias veces en nuestro país, fundamentalmente en Sevilla, participando
en los Encuentros de Música de Cine que se organizan en la capital
andaluza, e incluso viviendo una temporada en esta ciudad, para estudiar
nuestra música y encontrar nuevas fuentes de inspiración. La estancia de
Bernstein en Barcelona supuso todo un ejemplo de la sencillez de una
excelente persona, atenta y amena con todos, prensa, aficionados y
curiosos. En el concierto balbuceo un poco de castellano y disculpándose
por su desconocimiento de nuestro idioma, optó por presentar cada tema
con un sencillo inglés para que pudiera ser entendido por todos, no sin añadir
toques graciosos con los que se ganó al público.
El
programa para los dos conciertos que dio en Barcelona fue el mismo, un
repertorio agradecido y en el que no faltaban sus trabajos más
meritorios. Una primera parte compuesta por títulos bien reconocibles,
pues se inició con The sons of Katie Elder, un western de Henry
Hathaway con un tema principal muy en la línea del de Los siete magníficos.
Le siguió una excelente interpretación por parte de la OBC del tema
principal de Hawai, donde la percusión tuvo una brillante actuación
al sustituir convenientemente los sonidos de los instrumentos autóctonos
hawaianos por otros que no desmerecían en nada la puesta en escena de
este hermoso tema. La percusión y el metal volvieron a ser protagonistas
en el conocidísimo tema de La gran evasión, al que le siguió una
de sus obras predilectas, Matar a un ruiseñor, una pequeña suite
que recogía el tema principal de la película, una hermosa melodía
construida a modo de canción de cuna, una música intimista que cautivó
a todo aquel que aún no la conocía y que volvió a maravillar a todos
los que ya gozábamos de conocerla. Esta primera parte finalizó con una
suite de Los diez mandamientos, una partitura grandilocuente donde
las haya, un excelente punto y seguido de un impecable conciertazo.
La
segunda parte se inició con un Bernstein nostálgico y romántico, una
perfecta combinación de sensaciones se dan cita en un tema orquestal en
el que la sección de cuerdas tuvo el momento más brillante de la noche.
Se trataba de la sintonía de
Hollywood and the Stars, un documental sobre la época dorada
hollywoodense realizado en 1960, que contó con la participación musical
de Elmer Bernstein que supo aunar en este nostálgico tema el glamour y el
romanticismo perdidos de aquella época dorada del cine americano. Un
Bernstein desconocido por muchos, pero que se convirtió en uno de los
temas estrella del concierto. Le siguieron una hermosa suite sobre La
edad de la inocencia, que enlazaba muy bien con el ambiente creado por
el tema precedente. Y el tema “Tarna” de la película de dibujos
animados Heavy Metal, con el que en su día inició una muy buena
relación con las Ondas Martenot, que sonó maravillosamente aún con la
ausencia de este instrumento.
The
view from Pompey’s head es sin lugar a dudas la pieza más
desconocida de este concierto, pues la película ni siquiera se ha
estrenado en nuestro país y la banda sonora no está editada. A pesar de
ello y de que la música en este caso resultaba de más difícil audición,
gustó entre el público que aplaudió efusivamente esta pieza.
El
concierto finalizó con tres grandes temas, El hombre del brazo de oro,
La gata negra sobre el tejado de zinc y Los siete magníficos.
Tres temas muy conocidos por todos. Si bien en los dos primeros el jazz es
el hilo conductor, el tercero no necesita presentaciones y tal vez es el símbolo
musical con el que se reconoce a este genial compositor. Evidentemente,
después de este éxtasis musical, el público no concedió al maestro la
libertad de marcharse a descansar y realizó dos bises que se agradecieron
con aplausos multitudinarios desde las gradas. A pesar de sus casi ochenta
años, Bernstein demostró encontrarse en plena forma en la dirección y
gracias a la nueva política de L’Auditori de repetir dos años el mismo
compositor, podremos nuevamente disfrutar con su presencia el próximo año,
los días 3, 4 y 5 de mayo de 2001.
Este año,
iba a ser el segundo de Goldsmith en L’Auditori, pero una apendicitis
según la versión oficial o unos problemas graves de salud según todos
los rumores (Goldsmith ha cancelado todos sus próximos proyectos y parece
ser que está seriamente enfermo), impidieron que pudiera realizar su
concierto de música de cine de ciencia ficción. Si el año pasado nos
deleitó con un repertorio de lo más variado y popular de toda su
filmografía, este año el programa del concierto era todo él de su música
para el cine de ciencia ficción. La persona encargada de dirigir a la OBC
fue en sustitución de Goldsmith, Rachael Worby, una experimentada
directora norteamericana con amplia experiencia en la música sinfónica y
que actualmente alterna su tarea de Directora Musical de la Pasadena Pops
Orchestra con múltiples giras y compromisos en orquestas de todo el mundo
como directora invitada
La
primera parte estaba dedicada íntegramente a la música de las películas
de Star Trek en las que Goldsmith ha aportado su música (The
Motion Picture, The Final Frontier, First Contact, Insurrection, Voyager)
y la segunda parte a los temas musicales de películas como Capricorne
One, Alien, Logan’s Run, Hollow Man, Twilight Zone-The Movie, Supergirl,
Desafío Total y Powder. Un programa tal vez demasiado serio y
difícil para la gente en general pero que hizo las delicias de todos los
amantes del género. Además Rachael Worby supo imprimir a la orquesta un
ritmo trepidante (algo más rápido que el que da el propio Goldsmith a
sus composiciones) que encajó muy bien con la audición de estos temas
sin las imágenes. Esta excelente directora supo sacar partido a la
orquesta y aunque la presencia de Goldsmith siempre impresiona, nada se
pudo objetar en cuanto a la calidad del concierto.
Esperemos
que Goldsmith se reponga rápidamente de su enfermedad y nos vuelva a
deleitar con maravillosas composiciones como solo él sabe hacer (a pesar
de sus últimas composiciones, faltas de inspiración y calidad), y si
encima regresa a España para dar algún que otro concierto mejor que
mejor. De momento en L’Auditori completa su cupo de 2 años consecutivos
y esta nueva temporada le sustituye Maurice Jarre con tres conciertos los
días 9, 10 y 11 de noviembre de 2001.
Pero no sólo
Barcelona ha sido la protagonista de los últimos acontecimientos en música
de Cine. También tenemos que destacar otros eventos que se han producido
en nuestra Comunidad Valenciana. El primero de ellos tuvo lugar en el
Festival de Cine de Comedia de Peñíscola el pasado 26 de mayo, pues en
su inauguración se contó con la presencia de Carles Cases y su Carles
Cases Music Band, que ofrecieron un pequeño concierto de piezas de sus
temas musicales para películas de Ventura Pons. Lástima que este evento
no tuviese la repercusión que requiere un acto de estas características.
Habrá que estar atentos a las próximas ediciones del Festival de Cine de
Comedía de Peñíscola, pues están demostrando un especial interés hacía
la música de cine en las últimas ediciones, ya que si bien este año ha
sido el concierto de la Carles Cases Music Band, el año pasado se le
rindió un homenaje al gran compositor español José Nieto y en 1998 fue
el compositor castellonense Carles Santos el que ofreció un concierto de
su particular creación musical. Carles Cases además fue doblemente
protagonista de esta XIII edición del festival de Peñiscola ya que
consiguió alzarse con el Calabuch a la mejor banda sonora por su
participación en Besos para todos.
Y por último,
el pasado 15 de junio tuvo lugar en Valencia un concierto a beneficio de
la Asociación Valenciana contra el Cáncer con la Orquesta de Valencia
dirigida por el prestigioso director ruso Uri Mayer, quien inicialmente no
era el director elegido para tal ocasión, pero que estuvo muy por encima
de las expectativas creadas. Tampoco el programa fue el inicialmente
previsto y se quedaron algunas piezas fuera como La lista de Schindler
y That’s entertainment. A pesar de que el concierto no presentaba
un programa muy atrayente: The Cowboys de John Williams, Adagio
para cuerda, op. 11 de Samuel Barber (presente en films como Platoon
y El hombre elefante), The Red Pony de Aaron Copland, Toccata
y fuga en re menor, BWV 565 de J.S. Bach/L. Stokowski (aparecía en la
película de la Disney Fantasía) y la suite sinfónica On the
Waterfront de Leonard Bernstein (La ley del silencio), resultó ser todo un éxito en cuanto al aforo (al fin y al
cabo se trataba de una causa benéfica), pero sobretodo en cuanto la
excepcional interpretación de la Orquesta de Valencia (no tuvo ninguna
nota discordante e interpretó fielmente las partituras con esmero y tesón)
y la magistral dirección de Uri Mayer.
La
música de cine cada vez está más presente entre nosotros, a los próximos
conciertos ya comentados a realizar en L’Auditori de Barcelona, se suman
el que tendrá lugar en el Festival de Teatro Clásico de Mérida el 10 de
agosto con Andrea Morricone dirigiendo a la Orquesta y Coros de la Ópera
Estatal de Hungría y a Dulce Pontes en un programa muy similar al que años
atrás realizó su padre en Sevilla de su música. También nos queda por
llegar la próxima Mostra de Cinema del Mediterrani con su Congreso
Internacional de Música de Cine y el concierto que ello implica, así
como los encuentros de Música de Cine de Sevilla en noviembre.
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