Aunque la nuestra es
una revista de cine, no podemos olvidarnos de ese otro gran devorador de
imágenes que es el público teleadicto, por ello le dedicamos dos
secciones, ésta y Network. En ellas damos un repaso a la
actualidad de la pequeña pantalla en España.
EL
GRAN HERMANO CONTRAATACA
Por Ángel Esparcia
No
hay historia si no hay conflicto. He aquí
un axioma de la dramaturgia y de la narratividad que se está
cumpliendo en esta segunda edición
del programa Gran Hermano (del que ya hablamos en el número
anterior).
Este reality-show
alcanzó sus
máximos de
audiencia cuando los conflictos existentes en "la casa" estaban
en pleno apogeo; cuando éstos
han desaparecido (o se han atenuado) la audiencia ha caído,
hasta el punto de que sólo
los muy fieles siguen viéndolo.
La "expulsión"
de Emilio el día
24 de mayo "por decisión
de la audiencia" lo ha confirmado. Hasta ese momento las complejas
relaciones entre la pareja Eva-Emilio suscitaban diversos interrogantes
sobre su continuidad.
Desaparecido Emilio, el
conflicto ha desparecido y como otros conflictos ya habían
sido resueltos por la "expulsión"
de sus actores, la vida en
"la casa" se ha visto sumida en la semana siguiente en el
letargo y el aburrimiento, con la consiguiente repercusión
en los niveles de audiencia. El espectador quiere "que pasen
cosas" y si no "pasan" acaba cambiando de cadena. Porque ¿qué
tiene de estimulante ver como unas personas toman el sol, o se preparan la
comida, o juegan al parchís?.
Estoy seguro que esta es la
gran preocupación
de los responsables del programa (el público
está
eliminando los conflictos expulsando a los implicados), y los guionistas
(porque el programa tiene guionistas, como aparece en los créditos;
aunque su función
sea diferente a la que tienen en una sit-com,
por ejemplo) estarán
devanándose
los sesos por cómo
crear otros nuevos (tal vez por ello hayan decidido no dar la prueba
semanal por superada: para agudizar la escasez de comida, bebida y tabaco,
y con ello los posibles enfrentamientos entre los supervivientes). Hay que
recordar, que Gran Hermano es "narrado" y que las cámaras
no son un mero espejo. Pero de esto ya hablaremos otro día.
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