En
esta página haremos un pequeño análisis de algún libro o cualquier otra publicación vinculada con el mundo del
cine que, por sus especiales características, nos anime a recomendarla a
todos vosotros... aunque no todo lo que se publica es igualmente
recomendable. Además, seguimos incluyendo el listado de los libros
publicados en los últimos meses, listado que iremos actualizando en cada
número, para manteneros al día sobre las últimas novedades literarias
en materia cinematográfica.
a) Y
todavía sigue, de Juan Antonio Bardem.
b) Novedades
literarias.
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EL ADIÓS
DE UN ARTISTA
Título:
Y todavía sigue, memorias de un hombre de cine.
Autor:
BARDEM, Juan Antonio
Editorial:
Memorama, de Ediciones B.
376
páginas y 8 hojas de fotos.
Barcelona.
Febrero de 2002.
A
pesar que el propio Bardem viviera los últimos años de su vida pensando
en su vuelta normalizada al cine, y a sus otras actividades, las cosas (el
destino o lo que sea) hizo que sus ilusiones esperanzadores nunca llegaran
a cumplirse. Su vida se paró a los pocos meses de sacar a la luz este
libro (más o menos) autobiográfico titulado o subtitulado con ese
pomposo “Y todavía sigue”. Por poco tiempo, claro, siguió.
Sólo
una película en los últimos años había realizado para el cine. Fue un
fracaso. El título Resultado final.
Su mala uva como artista se convertía ahí en un vitriólico cocktail
difícilmente digerible, en el que procedía a atacar los años de
gobierno socialista. Habría que ver cuál hubiera sido su ajuste de
cuentas fílmico con el sectario PP dirigido por su soberbio e iracundo
dios. Los años no pasan en balde. Algo que Bardem no pareció ver. Su
cine, como mostró su última película, mermado en idea y narrativa,
intentaba (en malo) mantenerse fiel a su idea fustigadora de la sociedad.
Pero
si en su obra Bardem era un justiciero juez, en sus relaciones, en su
trato, aparecía asequible, humano. Su libro trata de hablarnos de su
cine, y de su obra, y de su vida. De ahí el interés que a priori tiene
el recorrido vital que nos ofrece el director desde su nacimiento hasta
llegar a los años noventa, Pero, poco a poco, el interés, al igual que
sus últimas películas, se desvanece. La “carga” posee buenas
intenciones pero el “resultado” es bastante pobre.
Ni
se habla profusamente de su obra, de los avatares por los que tuvo que
pasar para lograr que pudieran estrenarse sus aclamados títulos de los años
cincuenta, ni de su intensa vida. Por una y por otra actividad vivencial
se pasa someramente, sin profundidad alguna.
Lo
más interesante es el intento de “montaje” del libro y las frases de
su portada, esa segunda que esconde el papel impreso que la guarda. Ésta
frase encerrada, por la sobrecubierta, dice: “He querido siempre dar
testimonio critico de un aquí y de un ahora, porque el cine será
testimonio o no será nada”. Palabras que hablan de un testimonio
generalizado, en cualquier orden de vida. Algo que se deseó pero que sólo
formó parte de una idea mental.
Bardem
intenta escribir un libro de ruptura constante para lo cual echa mano de
sucesos, anécdotas o relaciones referidas a distintos periodos
produciendo un constante balanceo entre unos y otros años. Son vueltas y
revueltas constantes de unos años a otros. Quizá una forma de intentar
relacionar hechos y asuntos en el tiempo, pero que termina por cansar.
Mejor, pues, la idea que la resolución. Un juego que probablemente haya
resultado más sugerente al director que al lector.
El
mayor problema del libro radica de todas maneras en su poca agresividad,
entendida como forma de analizar, criticar y pasar revista a una época no
demasiado brillante de la historia de nuestro país. Bardem estuvo en
primera línea, realizó películas contra el sistema, batalló dando la
cara escondiendo en la medida de lo posible su (demasiado conocidos)
“asentamiento” político. El lector, aficionado al cine, se queda a
medias de muchas cosas. Las que el realizador cuenta son, en general,
demasiado conocidas. Aporta poco o nada a muchos momentos claves del cine,
de la sociedad, y de la política.
Falta,
por ejemplo, hablar de lo que realmente supuso y fue UNINCI, de la amistad
y el enfrentamiento entre socios y amigos de partido, de las intensas
luchas con doña censura. No basta con repetir tópicos, andarse por las
ramas. Ni del cine, ni de su cine, ni de su vida vamos más allá de una
demasiado simplista mirada. Una pena que una persona como él, autor de
grandes películas, militante de un partido político clandestino, avezado
luchador, haya optado por esconder demasiadas cosas, que ya nunca más
podrán salir a la luz.
Queda
el acercamiento a una vida tan contradictoria como intensa, que trata de
expresar algo, un grito quizá que nunca llega a escucharse, a la puerta
de su adiós de este mundo. Más que su libro, liviana autobiografía, nos
quedan algunas películas espléndidas que filmó en condiciones casi
imposibles. En ella se conoce la clase y el valor de un fajado luchador.
Aunque sólo sea por eso es preciso echar una mirada, pequeña si se
quiere, a sus palabras de despedida, plasmadas en este irregular libro.
Mr.
Arkadin.
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