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BOB FOSSE Y CHICAGO

Por Lucía Solaz

Robert Louis Fosse nació el 23 de Junio de 1927 en Chicago (Illinois). Hijo de un artista de vodevil, estudió ballet, claqué y danza acrobática.El director, coreógrafo, bailarín, actor y escritor de películas y obras de teatro Robert Louis Fosse nació el 23 de Junio de 1927 en Chicago (Illinois). Hijo de un artista de vodevil, estudió ballet, claqué y danza acrobática. Realizó su primera gira a los trece años con su propio número musical y con quince creó su primera coreografía sobre el tema “That Old Magic” de Cole Porter. En su primer número las bailarinas manipulaban plumas de avestruz estratégicamente colocadas, provocación sexual que se convertiría en la marca de sus coreografías.

Tras pasar un tiempo en la marina de los Estados Unidos,  estudió actuación dos años en Nueva York. Trabajó en varias obras como miembro del coro y llegó a Broadway con la obra Dance Me A Song en 1950. Entonces Hollywood lo llamó y participó con pequeños papeles en tres películas, incluyendo Kiss me Kate (1953). Se dio cuenta de que allí no estaba llegando a ningún sitio y regresó a Broadway. El veterano director y dramaturgo George Abbott lo contrató como coreógrafo de The Pajama Game (1954), que obtuvo un éxito rotundo. Fosse se convirtió en un coreógrafo muy solicitado. Al año siguiente volvió a trabajar con Abbott en Damn Yankees. Allí conoció a Gwen Verdon. Desde entonces, Verdon fue la actriz principal en casi todos los espectáculos del coreógrafo, convirtiéndose en la bailarina definitiva del estilo Fosse. Tras éxitos como New Girl In Town (1957) y Redhead (1959), una de las más grandes asociaciones de Broadway,  contrajo matrimonio en 1960.

Por aquel entonces, Fosse dirigía sus propias coreografías. Se convirtió en uno de esos raros directores cuyo nombre es más grande que el de la estrella del espectáculo. Encadenaba éxitos como Sweet Charity (1966), Pippin (1972), Chicago (1975) y Dancin' (1978). Estos cuatro espectáculos tuvieron más de 5.000 representaciones y supusieron un total de ocho premios Tony para su creador.

Bob Fosse también desarrolló una carrera triunfal en Hollywood. Sus coreografías para las adaptaciones cinematográficas de My Sister Eileen (Mi hermana Elena, 1955), The Pajama Game (1957) y Damn Yankees (Malditos yanquis, 1958) fueron muy bien recibidas. Para Sweet Charity (Noches en la ciudad, 1969), protagonizada por  Shirley MacLaine y el propio Fosse, fue Marshall, el discípulo más aventajado de Fosse. el primero desde Busby Berkeley en disfrutar de control absoluto sobre una producción. El resultado fue un desastre de taquilla y Hollywood lo ignoró durante cuatro años.

Su recuperación en la industria hollywoodiense vino de la mano de Cabaret (1972). Protagonizada por Liza Minelli y Joel Grey, ganó ocho premios de la Academia y lo consagró como director de cine. Fue el primer director en la historia en ganar un Oscar, un Tony y un Emmy en el mismo año (1973), por la película Cabaret, el musical Pippin y el especial para televisión Liza con Z. Esto le dio la oportunidad de hacer un homenaje a su amigo, el comediante Lenny Bruce, en Lenny (1974), una película no musical protagonizada por Dustin Hoffman.

Este imparable volumen de trabajo, su hábito de fumar seis paquetes de cigarros al día y el consumo de estimulantes acabó por pasarle factura. En 1975, mientras trabajaba en Chicago, sufrió un ataque al corazón. Este musical supuso el regreso de Gwen Verdon a Broadway, pero también el final de su matrimonio. Los dos matrimonios anteriores de Fosse, con las bailarinas Mary Arm Niles y Joan McCracken, habían acabado en divorcio. No obstante, la relación laboral de Verdon y Fosse continuó tras la separación.

Los problemas cardiacos y las adicciones de Fosse aparecen reflejados en All That Jazz (Empieza el espectáculo, 1979), una película de corte autobiográfico. La obra recibió una Palma de Oro en el festival de Cannes y obtuvo un gran éxito internacional.

En 1983, Fosse escribió y dirigió su último filme, Star 80, con un tema trágico y lúgubre que no obtuvo éxito.

En Septiembre de 1987, cuando se estaba preparando la reposición de Sweet Charity en Washington, Fosse sufrió un nuevo ataque al corazón y murió en la ambulancia camino del hospital, a los 60 años de edad, días antes del estreno.

Famoso por sus composiciones escenográficas intencionadamente exageradas y su peculiar forma de disponer a los bailarines, las coreografías de Fosse destacaban técnicas estilísticas, como el cruce de tobillos, los golpes de cadera, el balanceo de los hombros y las posturas inclinadas. Gwen Verdon, que  trabajó en cinco de sus obras, es la máxima exponente de su estilo, aunque también destacó la bailarina Ann Reinking. En muchas de sus coreografías, Fosse o los bailarines llevan sombrero y guantes. Bob Fosse siempre llevaba sombrero porque empezó a quedarse calvo muy joven y guantes, porque no le gustaban sus manos. Según el propio Fosse, su estilo provenía de su inhabilidad para hacer ciertas cosas técnicas. Aunque fuese un bailarín con limitaciones técnicas, lo cierto es que estas limitaciones dieron forma a su vocabulario y estilo personales. Dentro de estos rasgos también cabe destacar su imaginativo uso del grupo de bailarines, que se mueven como una unidad al mismo tiempo que ejecutan gestos diferentes, el relieve que es capaz de darle a acciones pequeñas y muy localizadas, y la forma en que resuelve con materiales tan mínimos como imaginativos la ejecución de una canción.

Tras su muerte, Chicago se repuso en Broadway y el West End en 1996. En 1998 se repuso Cabaret en Broadway. En 1999 se estrenó un espectáculo homenaje titulado simplemente Fosse, dirigido por Richard Maltby Junior y Ann Reinking con coreografía de Reinking y Chet Walker, antiguos bailarines de Fosse. Estas tres obras permanecen todavía en cartelera.

Entre sus frases célebres cabe destacar: “No bailes para el público. Baila para ti mismo” o “Vive como si fueras a morir mañana, trabaja como si no necesitaras el dinero, baila como si nadie estuviera mirando.”

 

Tras su muerte, Chicago se repuso en Broadway y el West End en 1996. En 1998 se repuso Cabaret en Broadway. En 1999 se estrenó un espectáculo homenaje titulado simplemente Fosse, dirigido por Richard Maltby Junior y Ann ReinkingPELÍCULAS

1955   My Sister Eileen, coreógrafo.

1956   The Pajama Game, coreógrafo.

1957   How to Succeed in Business Without Really Trying (Cómo triunfar sin dar golpe), coreografía original.

1958   Damn Yankees, coreógrafo.

1968   Sweet Charity , director y coreógrafo.

1972   Cabaret, director y coreógrafo.

1972    Liza with a Z  (televisión), co-productor, director y coreógrafo.

1974   The Little Prince (El pequeño príncipe),  coreógrafo.

1979   All That Jazz, guión, dirección y coreografía.

1983   Star 80, guión y dirección.

 

COMO ACTOR

1953    Give a Girl a Break (Tres chicas con suerte).

1953    Kiss Me, Kate.

1953    The Affairs of Dobie Gillis.

1955    My Sister Eileen.

1958    Damn Yankees.

1974    The Little Prince.

1977    Thieves.

 

TEATRO

1954    The Pajama Game, coreógrafo.

1955    Damn Yankees, coreógrafo.

1956    Bells are Ringing, coreógrafo.

1958    New Girl in Town, co-director.

1959    Red Head, director y coreógrafo.

1961    How to Succeed in Business with out Really Trying, director musical.

1962    Little Me, co-director y coreógrafo.

1966    Sweet Charity, director y coreógrafo.

1972    Pippin, director y coreógrafo.

1974    Liza, director y coreógrafo.

1975    Chicago, libreto, dirección y coreografía.

1978    Dancin’, dirección y coreografía.

1986    Big Deal, dirección y coreografía.

  

COMO ACTOR

1938    The Riff Brothers (vodevil).

1947    Call Me Mister.

1948    Make Mine Manhattan.

1950    Dance Me a Song.

1951    Billion Dollar Baby.

1951    The Roaring Twenties.

1952      Pal Joey.

 

"Cabaret", el mayor reconocmiento a la obra de Fosse.LA HISTORIA DE CHICAGO

La trama de Chicago está basada en hechos reales que escandalizaron a todo Illinois en 1924. El 11 de Marzo de 1924, el Chicago Tribune publicó un artículo de la periodista Maurine Dallas Watkins sobre la historia de Belva Gaertner, una cantante de cabaret, acusada de matar a su marido. A la joven reportera le pareció divertida la abierta franqueza y las coloridas observaciones de Gaertner y los lectores respondieron al humor ácido contenido en sus artículos. Su siguiente noticia, acerca de otra mujer casada que había matado a su amante, salió publicada en la primera plana del Chicago Tribune el 3 de Abril de 1924 bajo el titular “Mujer toca aires de jazz mientras su víctima muere.” Esta vez, Beaulah Annan había matado a su novio y después había llamado a su marido para contárselo mientras se escuchaba de fondo el popular tema de fox-trot “Hula Lou”. Watkins mantuvo entretenidos a sus lectores durante varias semanas con los relatos de Beaulah. Mientras, la acusada contrataba a un prominente abogado y anunciaba su embarazo. El Chicago Tribune logró convertir a Beaulah Annan en una celebridad y el jurado la declaró inocente. En 1926 Maurine Watkins decidió que toda esa historia tan absurda era ideal para una obra teatral, por lo que escribió una farsa delirante titulada Chicago. Fue tal el éxito de la obra que se adaptó por primera vez al cine todavía como una película silente muy bien recibida por el público: Chicago (Frank Urson, 1927). En 1942 volvió a ser llevada a la pantalla grande por William A. Wellman como Roxie Hart, nombre de su personaje central, interpretado por Ginger Rogers, mientras Adolphe Menjou encarnaba al abogado Billy Flynn.

Esta historia tremendista, cínica y pesimista acerca de un crimen pasional convertido en un circo de tres pistas en los juzgados fue reactivada por Bob Fosse en la cumbre de su carrera, quien convirtió la obra de teatro de Maurine Dallas Watkins en un musical. El estilo amanerado de Roxie Hart sirvió de inspiración para la colaboración de Bob Fosse con los compositores y letristas de Cabaret John Kander y Fred Ebb. Fosse les encomendó una serie de canciones que no sólo debían narrar la trama, sino también rendir homenaje a los teatros de vodevil de los años 20, evidenciar los absurdos procesos judiciales de Estados Unidos y, de paso, ridiculizar a los medios de comunicación. Las canciones y melodías compuestas por Kander y Ebb, a las que se les unió la sensualidad característica de las coreografías de Fosse, incrementaron el carácter imperecedero y universal del tema. El resultado fue un material divertido, agudo, sexy y mordaz que ha demostrado superar la prueba del tiempo.

Además del  ataque cardiaco de Fosse, otros problemas provocaron el retraso del proyecto, como la negativa de varios productores a financiar un musical que utilizaba un estilo sonoro aparentemente pasado de moda, criticaba ferozmente al sistema y ennoblecía la imagen de una asesina hambrienta de fama y poder. Por fin, Chicago llegó a los escenarios en 1975 y fue muy elogiado por la crítica. Tanto la coreografía como el libreto y la dirección de esta comedia musical fueron concebidos por Fosse, con lo que se conseguía un ensamble perfecto entre los distintos elementos narrativos. Además, los números de baile funcionaban como comentarios de la acción en modos que eluden las convenciones habitualmente atribuidas al género. A pesar de su calidad, uno de los mejores trabajos de Fosse, y las estrellas involucradas (Gwen Verdon, Chita Rivera y Jerry Orbach como Roxie Hart y Velma Kelly y Billy Flynn respectivamente, y Liza Minelli como suplente de Verdon), la obra se vio ensombrecida por A Chorus Line, obra que se estrenó pocos días después. Chicago fue nominada a 11 premios Tony, pero fue vencida por A Chorus Line en todas las categorías. Se mantuvo dos años en cartel con 898 representaciones.

Fosse comenzó a preparar su versión fílmica prácticamente desde el estreno en Broadway, pero sus problemas de salud y el frío recibimiento del montaje teatral le hicieron concentrarse en otros proyectos. Alentado por el éxito de All That Jazz, volvió a revisar los apuntes para la versión Chicago permaneció en las sombras como una de las joyas más infravaloradas de Broadway hasta que Ann Reinking, última pareja sentimental de Fosse, actriz, bailarina, coreógrafa y protagonista de All That Jazz decidió remontarlo “al estilo de Bob Fosse” con el fin de hacerle justicia. fílmica de Chicago, llegando incluso a anunciar su rodaje a finales de 1985 y presentando para el papel estelar a Madonna. Sin embargo, el proyecto se volvió a demorar y la muerte del director lo canceló definitivamente.

Chicago permaneció en las sombras como una de las joyas más infravaloradas de Broadway hasta que Ann Reinking, última pareja sentimental de Fosse, actriz, bailarina, coreógrafa y protagonista de All That Jazz decidió remontarlo “al estilo de Bob Fosse” con el fin de hacerle justicia. Repuesta en Broadway a finales del 1996, se convirtió por fin en el éxito que siempre debió ser y recibió seis premios Tony.

Los derechos cinematográficos se renegociaron casi inmediatamente y, a pesar de la dificultad de su adaptación, el interés de numerosos directores y estrellas consiguió  llevar el musical a la pantalla grande. Miramax Films adquirió los derechos del musical de Kander, Ebb y Fosse al productor Marty Richards en 1994.

Tras largas audiciones en las que participaron prácticamente todos los actores dotados para el canto y el baile, fueron finalmente Renée Zellweger y Catherine Zeta-Jones (quien ya había hecho varios musicales en teatro) las que obtuvieron los personajes de las asesinas protagonistas. Todavía más problemático resultó dar con los guionistas y director adecuados. Fueron un par de acérrimos fans de la obra los encargados de escribir la versión cinematográfica y quienes la llevaron posteriormente a la pantalla grande: Rob Marshall, director y coreógrafo de Broadway (codirector del actual montaje neoyorquino de Cabaret y responsable del nuevo diseño de la coreografía original de Bob Fosse) y Bill Condon, el guionista ganador del Oscar por Gods and Monsters (Dioses y monstruos, 1998) cuyo guión para Chicago fue el elegido entre los más de diez encargados por Miramax.

Como hemos visto, la historia narrada por Chicago ha resultado ser sorprendentemente duradera. La obra de Maurine Watkins dio lugar a una nueva generación de comedias ingeniosas y cínicas sobre la prensa  -se estrenó unos meses antes que Primera plana (The Front Page)-. Bob Fosse arrojó una luz más oscura sobre este material donde la corrupción del sistema legal se convertía en una metáfora del hundimiento de las instituciones americanas influido por Vietnam y Watergate. Su reestreno en 1996 se produjo tras el caso O. J. Simpson y la metáfora sobre el mundo del espectáculo adquirió una nueva relevancia. Su historia sobre la celebridad y sobre a quiénes decidimos convertir en famosos promete ser eterna.

 

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