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Más bodas y menos funerales |
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En
Un niño grande Hugh Grant
encarna a un solterón empedernido e inmaduro, de regalada vida, que ha
visto ya a todos sus amigos casarse y él aún anda rehuyendo el
compromiso matrimonial. Le gusta ligar con mujeres jóvenes separadas y a
la vez madres, porque le parece más fácil y éstas, a la vez, cuando se
rompe la relación sentimental, encima, suelen pedirle perdón. Un día
conoce a una madre separada en plena depresión y con un hijo
incomprendido del que no puede después separarse. El El filme es adaptación de una novela de un escritor muy popular en Gran Bretaña, Nick Horby, de quien ya se han llevado al cine otros textos suyos, por ejemplo, Alta fidelidad. Sus diálogos, en la novela, son muy ocurrentes y conservan gran sabor popular, cualidad que la película traslada con alguna dificultad. Hay que ponderar el acierto de los dos diferentes puntos de vista que se utilizan en el filme (el del niño y el del protagonista) expresados a veces en dos voces en off. A
nivel humano el filme es interesante por cuanto nos presenta en clave de
humor la realidad tan diversa de las familias rotas o frustradas con sus
distintitas situaciones y planteamientos ante la vida. Viendo esta película
uno piensa en el revoltijo de problemas personales a nivel familiar que
hay en el mundo. Poco más, desde luego, ofrece este filme si no es la de
muchas ocasiones que mueven al buen humor y a la risa, sin los excesos
propios de los directores de la cabreante e incorrecta American
Pie, tan Un niño grande está llena de viveza, buen ritmo, que no se debe a los frecuentes e innecesarios movimientos de cámara, sino a la fresca interpretación de sus actores. Ellas actúan con gran naturalidad y Hugh Grant anda muy convincente sin recurrir a los tics interpretativos, que le han sido comunes en otras películas. Al final se nos ofrece una comedia que podría haber sido más ácida y menos previsible, sobre todo en su último tramo: la secuencia del festival en el colegio es mala, ridícula y poco creíble. Pero había que buscar como fuera un final feliz: servidumbres del cine comercial. Alex
Sebastian
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UN NIÑO GRANDE
Título
Original: |
Llega
a la pantalla una nueva comedia proyectada a mayor honra y gloria del inglés
Hugh Grant, actor que parece andar encasillándose en un personaje ya muy
característico de este tipo de comedias: un actor que encarna a un adulto
inmaduro y algo infantil, inseguro e imprevisible, algo tímido y
caradura. Este tipo de comedias inglesas entre elegantes y populares,
parecen haber nacido del inesperado éxito del sobrevalorado filme Cuatro
bodas y un funeral. Como ésta, son comedias de muy fácil digestión,
que provocan una risa moderada y cuyos diálogos, a veces chispeantes,
entretienen bastante dignamente al personal.
contacto
con este niño y la amistad con él,
idolatrada
por ciertos adolescentes descerebrados.
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