El otro lado de la cama
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Musical con mayúsculas, oiga

El punto de referencia de este filme parece ser el experimento musical de Woody Allen "Todos dicen I love you".Lo primero es lo primero, si hay que adscribir a un genero a El otro lado (decía más cosas El lado malo) de la cama, es al de comedia MUSICAL. Y lo pongo en mayúsculas porque ha de ser así. Es vergonzoso renegar de lo que uno hace (al menos tan recientemente) y decir que más bien se trata de una comedia con música. Con música son casi –dejemos un margen de error– la totalidad de comedias (y películas) estrenadas cada fin de semana, salvo para los sordos (con perdón) que no oigan absolutamente nada. Y esto no es lo grave, lo cruel es querer engañar al espectador ocultando el rasgo más importante de la película, vender la película mediante un trailer en el que no existe ninguna alusión a su carácter MUSICAL.

Aprovechando el éxito obtenido por Moulin Rouge no es de extrañar el acercamiento al género, pero uno ha de hacerlo del todo, no se debe (poderse, está visto que sí) tirar la piedra y esconder la mano. Mediante las premisas, en cuanto a las canciones se refiere, que sostiene la de Luhrmann: retomar temas recientes –de los 80 y 90: Tequila, Kiko Veneno– adaptándolos a la trama argumental. Una integración de correcto funcionamiento la del contenido de las canciones que sirve como desahogo de los Quizá el mayor problema es el excesivo subrayado a la hora de introducir los números musicales en la narración.personajes, dándolos más a conocer, y hacen avanzar la acción. Lamentablemente no sucede lo mismo con la forma.

El punto de referencia es Todos dicen I love you (mucho más culto que citar a Moulin Rouge), donde los personajes hablan, y sin uno darse cuenta ya están cantando; se nos introduce sutilmente sus imaginarios para desentrañarnos sus interioridades. Martínez Lázaro hace que se note, no es sutil. La mayoría de los números entran de forma brusca, con fundidos en negro o introduciendo repentinamente la música que van a cantar, es decir, que la penetración en los pensamientos de los protagonistas se encuentra demasiado marcada, sin la naturalización que tanto se agradece. Por supuesto, el hecho de que la mayoría de los números se traten de sus pensamientos, no es excusa para decir que es una comedia con música; el gran número final de Un americano en París era todo un pensamiento de Gene Kelly, y creo que está considerada un MUSICAL. Asimismo resulta de lo más torpe empezar el relato con una canción (cuando nadie sabe que ha ido a ver un musical) interpretada por Paz Vega y Natalia Verbeke, cada una en un espacio diferente, al más puro estilo de la maravillosa pausa musical de Magnolia. Ejemplo exento de gratitud pues recurre a él descaradamente al unificar al reparto coral –desperdiciado por la ciudad– cantando un Martínez Lázaro aporta una planificación elegante, que permite disfrutar de las coreografías.tema de Kiko Veneno en el momento más reflexivo de sus vidas. Comparativamente asistimos al paso de lo sublime a lo ridículo.

Pero no todo es negativo en esta agradable comedia. Las coreografías se ven muy trabajadas, aunque acaben siendo repetitivas, muy bien mostradas gracias a un correcto trabajo de planificación. Los actores están impagables en el esfuerzo por cantar y bailar, cada uno en la medida de sus posibilidades. Guillermo Toledo cada día mas enfermo de comedia (inolvidable el gag del niño melón). Las poderosas razones de ser actrices de Verbeke y Vega (lo hacen bien, no se confundan). El homenaje de María Esteve al número del museo paleontológico de Un día en Nueva York, un personaje desaprovechado, como el taxista chungo Alberto San Juan. Sin olvidar a Ernesto Alterio con su contundente rap de Coque Malla.

En definitiva, El otro lado de la cama gusta y resulta agradable en el mismo lugar donde se desinfla. La comedia no difiere de tantas otras en las que se tratan las relaciones personales entre treintañeros, con sus engaños, infidelidades y equívocos, no hay que olvidarse que tampoco en las demás se había tratado con tanta naturalidad (destapes incluidos). La otra cualidad es la que le añade el toque de frescura, la diferencia y originalidad. Lo dicho, una comedia MUSICAL.

Israel L. Pérez

EL OTRO LADO DE LA CAMA

Título Original:
El otro lado de la cama
País y Año:
España, 2002
Género:
MUSICAL
Dirección:
Emilio Martínez-Lázaro
Guión:
David Serrano
Producción:
Estudios Picasso, Telespan 2000, Impala
Fotografía:
Juan Molina
Música:
Roque Baños
Montaje:
Ángel Hernández-Zoido
Intérpretes:
Ernesto Alterio, Paz Vega, Guillermo Toledo, Natalia Verbeke, María Esteve, Alberto San Juan
Distribuidora:
Buena Vista Internacional
Calificación:
No recomendado menores de 13 años

 

 

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