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Como cualquier revista que se precie, la nuestra también tiene su sección dedicada a las bandas sonoras. Habitualmente correrá a cargo de un nuevo colaborador, Juan Francisco Álvarez, un mozo con muy buen oído... como podréis comprobar en cuanto se quite los cascos y atienda las llamadas telefónicas que le piden, insistentemente, su crónica musical para este número.

LA MÚSICA EN EL CINE DE ZHANG YIMOU 

Por Juan Francisco Álvarez

Zhao Jiping y Gong Li: dos de las presencias fundamentales en la primera etapa del cine de Zhang YimouHablar de la música de las películas de Zhang Yimou, es hablar fundamentalmente de Zhao Jiping. Nacido en la provincia de Gansu en 1945, este compositor es hijo del famoso pintor Zhao Wangyun y hermano del violinista de renombre internacional Zhao Zxhenxiao. Estudió en el Conservatorio de Xian, de cuya escuela de cine salieron Chen Kaige y Zhang Yimou. Empezó su faceta como compositor allá por 1970, pero no fue hasta 1983, año en el que se introdujo en la música cinematográfica de la mano de Chen Kaige al realizar la música para Tierra Amarilla, cuando adquirió una fama internacional con éste su primer trabajo para el cine. Desde entonces no ha dejado de trabajar con Chen Kaige, dando a la cinematografía china sus mejores compases en obras como Adiós a mi concubina, El emperador y el asesino, Temptress Moon, La Gran Parada, etc.

Sin embargo, con Zhang Yimou, Jiping ha realizado sus obras más maduras y más aclamadas en el extranjero. La colaboración entre ambos se inició con Sorgo Rojo, y ha pasado por todas las obras más emblemáticas de este director: Operación Leopardo Americano, Judou, semilla de crisantemo, La linterna roja, Qui Ju, una mujer china, y ¡Vivir!, con la que ha terminado la colaboración de ambos hasta el momento.

Jiping ha estado ocupado desde entonces con las partituras de Pólvora roja, pólvora verde de He Ping (con una romántica y dramática música que encaja a las mil maravillas en esta cinta de amor y desamor); El rey de las máscaras de Wu Tianming (una partitura de corte tradicional); La sombra del emperador de Zhou Wiaowen; Black mountain Road de Zhou Xiaowen, y las ya mencionadas Temptress Moon y El emperador y el asesino de Chen Kaige (esta última es una de las mejores composiciones de Jiping).

"Vivir": una obra maestra que nos ofrece un paseo por la música y los instrumentos tradicionales chinos.Por su parte Yimou ha buscado otros compositores para sus posteriores películas. Empezó con La joya de Shanghai, que supuso su ruptura sentimental con Gong Li y también su ruptura profesional con Jiping. Para esta ocasión buscó a un casi desconocido Zhang Guangtian que resolvió la papeleta decentemente con canciones de cabaret chino de los años treinta, época en la que se ambienta la película, y con la sobresaliente voz de Gong Li con una inolvidable interpretación en la canción “Bright Moon”. Con Keep Cool, Zhang Yimou no mantuvo la calma y busco un nuevo sustituto en Tianshuo Zang, que no supo estar a la altura de las circunstancias y realizó una mediocre composición. Escaldado de estos dos experimentos, buscó de nuevo y esta vez sabia nueva, sabia joven, en el compositor San Bao, nacido en Pekín en 1968, y con el que parece que Yimou ha encontrado una fructífera relación, y de calidad, ya que le ha confiado sus dos últimas películas, Ni uno menos y El Camino a casa, y éste le ha realizado dos composiciones, cuando menos perfectas, que se adaptan muy bien a las historias que en cada uno de los casos se relatan. A su vez a San Bao, le han empezado a llover ofertas de trabajo y ya ha realizado la música de otros films, entre los que destacan: The Divorce y Be there or be square de Xiaogang Feng.

Pero volvamos al eje central de este comentario, el binomio Yimou-Jiping.

Para Judou, Jiping realizó una partitura muy inspirada, dramática, de lentos compases y sonoridades lejanas que ambientan la tragedia de Judou, esta joven china obligada a casarse con un viejo tintorero y el cúmulo de desgracias que le van ocurriendo fruto del amor fuera del matrimonio con el sobrino de su marido.

"La linterna roja": la partitura más colorista y sinfónica de Jiping hasta el momento.Con La linterna roja, Jiping se vuelve más sinfónico, con una partitura más colorista, con algo más de brillo y alegría, y una amplia variedad de estilos y temas musicales fundidos espléndidamente sobre las melodías tradicionales de la Ópera de Pekin. Grandes notas cargadas de dramatismo, con fuerza propia, y con temas que subrayan una y otra vez los símbolos propios del film: la nostalgia de Songlian por el mundo exterior con unos solos de flauta, composiciones corales para subrayar la relación de Songlian con las otras dos mujeres,  otras veces subrayando la muerte y la tragedia que se avecina, etc.

Qui Ju, una mujer china fue todo un alarde de originalidad en la composición de Jiping, ya que sus melodías se repiten insistentemente ante cada nuevo intento de Qui Ju de conseguir una disculpa ante el trato vejatorio que ha sufrido su marido por el jefe del poblado. Qui Ju busca justicia detrás de una puerta y otra, y Jiping dota de variedad el tema musical que acompaña a Qui Ju en cada intento, pero sin olvidar el referente inicial: uno no deja de adivinar cada nuevo intento de ésta cada vez que las notas musicales repiten el tema principal.

Y por último con ¡Vivir!, consigue Jiping, tal vez su mejor composición para Yimou. Con sus notas consigue mostrar la China profunda, el deseo de vivir de toda esta gente, que le permite componer una partitura un poco más optimista, que aún con sus momentos dramáticos, es una pieza que recorre la China de tres generaciones y en diferentes etapas políticas y culturales de la vieja China y con las sombras chinescas como hilo conductor. Aquí se funde la música tradicional china (utiliza numerosos instrumentos tradicionales chinos: erh-hu, p’i-p’a, banhu, etc.) con las ricas aportaciones de un Zhao Jiping inspirado.

"Electric shadows": un buen compacto para acercarnos a la música de Jiping para Yimou.La linterna roja y ¡Vivir! se pueden encontrar en compact-disc, así como La joya de Shanghai de Zhang Guangtian. Además existe un compacto con trabajos de Zhao Jiping, llamado Electric Shadows que contiene una suite de Judou de casi ocho minutos de duración, así como otras de Vivir, La linterna roja y otras composiciones de este compositor. Y si se persigue conocer un poco más la obra de este compositor, también tiene editadas Adiós a mi concubina y El Emperador y el asesino.

Por desgracia hay que lamentar que no exista ninguna obra editada de San Bao y muy especialmente se echa en falta la composición para Ni uno menos.

A tenor de lo visto y oído, es de esperar que en futuras películas Zhang Yimou continúe requiriendo a San Bao y Chen Kaige a Zhao Jiping. Que todos podamos seguir disfrutando de ello.

 

 
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