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He aquí la segunda página que dedicamos a la televisión (la otra es Malalts de tele). Sumadas os ofrecen mucho más que un análisis de la programación televisiva: constituyen toda una filosofía de vida.

 

HUMOR SIN "H"

Por Ángel San Martín

Florentino, una de las estrellas (?) de "El informal"... uno de esos programas que raras veces consigue liberar la neurona en forma de carcajadaDesconozco cuántos ilustres habrán dejado dicho que el “humor es la sal de la vida”. Tampoco conozco el método utilizado por los científicos que llegaron a la siguiente conclusión: una carcajada evita varias arrugas en el cuerpo y da siete días más de vida. Sin embargo, nada de esto parece haber calado en las enjutas cabezas de los responsables de la programación de las distintas televisiones. Estos malhumorados individuos sólo dan rienda suelta a un humor sin gracia que no logra arrancar sonrisas más que al televidente despistado o entre familiares y amigos de quien está en pantalla. Salvo algunas excepciones (Los Guiñoles o CQC), los demás programas del género no pasan de hacernos fruncir los higadillos, en raras ocasiones consiguen liberar la neurona en forma de carcajada.

La síntesis de todo esto, sin ir más lejos, pudimos verla en el espectáculo pascual ofrecido por la Academia de la Televisión (Tele 5). Los circunstanciales presentadores de la gala eran unos tipos que, en su intento de provocar la risa, lo único que lograron arrancar fue vergüenza ajena. Resulta llamativo que la Academia no haya incluido en su variopinto elenco de premios uno para los espacios de humor televisivo. Su discernimiento no pasa de los programas de entretenimiento y variedades, pero que salvo excepciones ninguno es de humor. Tal vez porque lo consideren demasiado elitista en una parrilla plagada de excrecencias del peor gusto. Durante las veladas televisivas se prodigan los cuentachistes de mal gusto, envueltos en una estética casposa que montan la “gracia” sobre estereotipos respecto a minorías que, por algún motivo digno, son diferentes. Y lo que ya resulta insufrible es cuando salen esos famosetes, por cuenta de la  propia televisión, a dramatizar chistes zafios sobre infidelidades, mariquitas, sexo o pueblerinos ignorantes.

Patricia Conde, presentadora de "El informal": ¿será verdad que los programadores quieren convertir el humor en el opio de las clases trabajadoras?Que este humor ultraconservador aparezca en los programas de, pongamos por caso, Antena 3 está mal pero es su problema, lo inaudito es que también se preste a ese juego TVE en las veladas musicales de los viernes. Es probable que los programadores de la tele hayan leído a L. Lippard y al enterarse que el humor “es el arma de los oprimidos” (El País, 23-4-01), decidieran suprimirlo de la programación. A lo mejor, se me acaba de ocurrir, esos conspicuos programadores están empeñados en hacer de la televisión un opio alucinógeno para las clases trabajadoras. Claro que esto explicaría lo del Gran Hermano II, también con H o lo de Torrente. ¡Si es que me temía un final así! Ustedes disculpen.

 
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