“Cualquiera
tiempo pasado fue mejor” dice el poeta. Sentencia, no siempre cierta
tal como nos cuenta Dai Sijie en su última película Balzac y la joven
costurera china, aunque tampoco la desdice del todo. Haya sido o no
mejor, la perspectiva del tiempo siempre revaloriza lo evocado, máxime
cuando lo recordado aconteció en los efervescentes años de la juventud.
Ése es el poder de los recuerdos y de la memoria, no sólo reedifican el
pasado, sino que lo revitalizan.
Dai
Sijie construye, con nostalgia, un relato
de tinte autobiográfico sobre un pasaje de su juventud en la China maoísta
de los años setenta, cuando con diecisiete años fue enviado a un campo
de reeducación donde permaneció hasta los veintiuno, supuestamente, a
causa de su origen intelectual y burgués.
La
película está basada en una novela homónima del mismo autor, que ha
sido un éxito de ventas en Francia y se ha traducido a más de
veinticinco idiomas, excepto el chino. Ha sido rodada en China , hecho que
ha motivado que a causa de la censura el guión sufriera algunas
modificaciones, aunque en opinión del director han sido menores.
La
historia cuenta como en plena Revolución Cultural dos jóvenes cultos y
de buena familia –Luo y Ma- son enviados a reeducarse en los principios
revolucionarios a una lejana montaña del Tibet entre un grupo de
campesinos analfabetos. La incertidumbre por el destino que les espera no
les impide vivir esos años con la intensidad propia de su edad. Amor,
amistad, trabajo, cine... y sobre todo literatura serán conceptos que ya
no les abandonarán nunca.
Allí
conocen a la joven e ingenua costurera que les cautivará a ambos. Su pasión-atracción
por ella hará que intenten alfabetizarla, instruirla a través de la
lectura. Juntos descubren la mutua pasión por la literatura occidental,
una literatura que les habla de emociones y sentimientos y no de deberes y
obligaciones (durante esos años los únicos libros permitidos en China
eran los de propaganda).
Los
tres viven junto a su descubrimiento literario un momento vital
especialmente intenso, la amistad, el amor correspondido o no y las
consecuencias que de él se derivan también contribuyen a ese cambio
sustancial que experimentan sus vidas.
A
todos les cambia esta experiencia, a ellos porque cuando vuelvan a su
mundo la situación vivida les dejará una huella indeleble, pero sobre
todo a ella porque a partir de lo vivido junto a ambos, dejará de ser una
joven pasiva, ingenua y sometida para convertirse en una mujer nueva,
emprendedora y activa, que abandona la aldea soltando los lastres que la
ataban con el pasado (su corte de pelo así lo simboliza). Balzac la ha
cambiado, como ella misma dice. Balzac es el pasaporte a un mundo interior
más rico y sabio, una ventana abierta a la vida y a la imaginación, a la
libertad para sentir o pensar, inventar, imaginar o crear nuevos mundos.
La
pasión por la lectura, por los libros es casi tan arrolladora y turbadora
como la propia pasión amorosa. No solo cambia la percepción de la vida
de quien la siente sino que también se irradia. La película no irradia
esa pasión literaria, la refleja sí, pero no la contagia emocionalmente,
al menos no tanto como se pretende. La relación afectiva entre los jóvenes
se percibe más intensamente que la pasión literaria que la provoca. La
literatura les transforma pero será la vida la que les sentencie: la
repentina ausencia de Luo, el inesperado embarazo de la muchacha, la
impotencia de Ma para retenerla....
Sin
embargo hay una hermosa excepción, la secuencia en la que Ma lee a
escondidas noche tras noche para el viejo sastre, que emocionado, pasa las
noches en vela escuchando maravillosas historias que hablan de hombres y
mujeres de otras tierras. A través de él sí que sentimos esa
transformación y asistimos a la luminosa fascinación que la literatura
le ha despertado, confeccionando primorosos vestidos, evocadores de esa
nueva realidad soñada, con los que él obsequia a las humildes
campesinas.
Dai
Sijie ha dicho que su intención no ha sido hacer una tesis sobre la
Revolución Cultural china y sus consecuencias, ni plasmar, con
minuciosidad, la realidad cotidiana de un reeducado. Ha extraído los
elementos esenciales de su propia experiencia para construir una historia
de amor y amistad juvenil entre tres jóvenes unidos y transformados por
la literatura, y únicamente ha utilizado la revolución como contexto.
Por eso ciertos personajes como el jefe del pueblo, el gafotas y el propio
sastre al principio, tienen cierto toque caricaturesco. Esta elección
hace a la historia más ligera, menos dramática y maniquea, adquiriendo
así un valor más testimonial y estético-emocional que social y políticamente
beligerante.
La
bella factura formal de la película (fotografía, escenarios naturales,
buena interpretación...) y un tema a priori tan sugerente... no la eximen
de cierta insipidez general que nos deja sumidos en un anodino,
confortable y estético mar de indiferencia.
Purilia
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BALZAC Y LA JOVEN COSTURERA CHINA
Título
Original:
Balzac et la petite tailleuse chinoise
País y Año:
China, Francia, 2002
Género:
Drama
Dirección:
Sijie Dai
Guión:
Sijie Dai
Producción:
TF1 Films Productions
Fotografía:
Jean-Marie Dreujou
Música:
Pujian Wang
Montaje:
Luc Barnier
Intérpretes:
Xun Zhou, Kun Chen, Ye Liu
Distribuidora:
Vértigo Films
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