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Aunque la mayoría de
los socios fundadores de EN CADENA DOS vivimos a orillas del
Mediterráneo, en Valencia, tenemos un colaborador cuyo domicilio se
encuentra a orillas... ¡del Guadalquivir!, pero su espíritu es tan
mediterráneo como el nuestro. Cada mes os invita a acompañarle en el
análisis de un tema cinematográfico de actualidad.
VÍCTOR ERICE, EL
CINEASTA DE LA VIDA
Por
Juan
de Pablos Pons
La
aparición de una nueva obra de Víctor Erice siempre supone un
acontecimiento. La peculiar carrera de este cineasta vasco con sólo tres
largometrajes dirigidos en una trayectoria que se inició en los años
sesenta, supone un caso ejemplar de coherencia, libertad de creación y
resultados maravillosos. Desgraciadamente su última obra, Alumbramiento,
tiene únicamente una duración de diez minutos, ya que forma parte del
proyecto titulado Ten Minutes Older. Un film colectivo producido
por Nicholas McClintock y en el que intervienen otros doce cineastas (Jim
Jarmusch, Aki Kaurismaki, Jean-Luc Godard, Bernardo Bertolucci, Wim
Wenders o Wong Kar-Wai, entre otros), cada uno de los cuales ha rodado un
episodio de diez minutos. La primera parte de este largometraje se acaba
de presentar en el Festival de Cannes. Alumbramiento representa una
nueva obra de Erice después de diez años sin estrenar.
Nacido
en Carranza (País Vasco) en 1940, Víctor Erice se licenció en Derecho y
Ciencias Políticas y Económicas. En los primeros años sesenta ingresó
en la Escuela Oficial de Cine de Madrid para cursar la especialidad de
dirección. De esta época son sus primeros cortometrajes: En la
Terraza (1961), Páginas de un Diario (1962), Los días
Perdidos (1963). De ese período de formación también podemos citar
su trabajo como guionista en el film de Antonio Eceiza
El próximo Otoño (1963) y en Oscuros sueños de Agosto
(1967) dirigida por Miguel Picazo. En esa época Erice dirigió también
otro cortometraje titulado Entre Vías (1966). También escribió
crítica de cine en diversas publicaciones, entre ellas Nuestro Cine.
En
1969 debuta en el largometraje dirigiendo uno de los episodios de Los
Desafíos, junto con José Luis Egea y el malogrado Claudio Guerín.
Se trata de tres visiones distintas sobre las manifestaciones de la
violencia. En 1973 rueda la premiadísima El espíritu de la colmena.
Diez años después El Sur y en 1992 El sol del membrillo,
un original documental sobre el pintor Antonio López, donde analiza el
proceso de creación artística.
A
finales de 2001 hemos tenido la oportunidad de leer el guión publicado de
La promesa de Shanghai (Editorial Plaza y Janés). Un proyecto muy
querido por Erice. Se trata de un
proyecto nacido de la convergencia de dos referencias iniciales: el film
de Josef von Sternberg El embrujo de Shanghai (1941) y la novela
homónima escrita por Juan Marsé en 1993. El guión de Erice es una
recreación de la posguerra barcelonesa, dando vida a los personajes
literarios de Marsé. La acción transcurre entre 1947 y 1952, Y la trama
es contada en primera persona por Dani, un adolescente que recuerda a su
padre, un miliciano caído en el campo de batalla. Los diferentes
personajes, como la adolescente Susana, los hermanos Chacón, que se
dedican a vender tebeos, el “Hombre Invisible”, que en realidad es el
capitán Blay. El mítico Shanghai descrito por Marsé como destino de Kim,
el padre de Susana, se convierte en el guión en un ensueño de la niña,
desencadenado por objetos como una postal lejana o un abanico oriental.
Una ilusión que nunca llegará a tomar forma real, puesto que Kim nunca
estuvo en Shanghai.
El
choque entre la realidad, dura y desilusionante, y la fantasía de unos niños
o una adolescente que ya estaban presentes en El espíritu de la
colmena y El Sur, vuelven a aparecer aquí. Una película que
nunca veremos ya que el productor de este proyecto despidió a Erice pocos
días antes del inicio del rodaje.
Todas
las películas de Víctor Erice presentan microcosmos en los que las
relaciones personales se entrelazan de manera que las historias
trascienden la realidad concreta y se elevan en metáforas muy poderosas
sobre la condición humana. El espíritu de la colmena atraviesa la
dura posguerra española tomando la anécdota de la llegada del cine a un
perdido pueblo castellano. El punto de vista de dos niñas muy pequeñas
fascinadas por una película de terror, mezclando fantasía y realidad,
creyendo ver pistas del monstruo cinematográfico en su pueblo, donde el
padre trata de iniciarlas a la vida, y en un marco donde el miedo y la
represión están latentes, marcan esta fascinante película.
El
Sur es una maravillosa historia, que nos muestra la relación entre una
adolescente, Estrella, y su padre en la España triste de los años
cuarenta. Film de una delicadísima sensibilidad que podemos recordar
releyendo una secuencia de su guión, y que
el productor Elías Querejeta no dejó rodar en su totalidad, a pesar de
lo cual el filme resulta magistral.
Dedicado
a la publicidad y a la televisión como modo de supervivencia, Erice ha
realizado esporádicamente trabajos atípicos como su intervención en Celebrate
Cinema 101, otro proyecto colectivo, de carácter documental.
Alumbramiento,
rodada en blanco y negro, nos presenta los primeros diez minutos de vida
de un ser que va a quedar marcado por el momento y las circunstancias en
las que nace: el 28 de junio de 1940 en el País Vasco, durante la II
Guerra Mundial. Después del parto, fundida con los sonidos del campo, una
nana trata de consolar el llanto del recién nacido.
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