Vete a saber-2
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La caducidad de los sentimientos

La vida y el teatro, las conspiraciones amorosas... temas muy queridos a Rivette que vuelven a aparecer en su último filme.Nos encontramos con al última película (rodada hace ya dos años) por el anciano Jacques Rivette, que por la edad, aunque no por su producción, me recuerda al otro “jubilado”, Eric Rohmer: coinciden ambos en sus inicios e influyente impulso en la también ya antigua Nouvelle vague. Pero si el cine de este último parece ligero, optimista y vital, el de Rivette es más bien melancólico, repetitivo y algo cargante. Esto no quiere decir que su cine adolezca de calidad: todo lo contrario, Vete a saber es una muy buena película que necesita quizá un cierto estado de animo para disfrutarla.

Se entraman en esta última película varios argumentos que protagonizan sus distintos personajes, todos a la búsqueda de algo: un manuscrito inédito y original de Goldoni, un anillo con una inscripción latina que se puede leer Tempus fugit, Amor fluit y la representación de una obra de Pirandello, cuyo titulo en España se conoció por “Así es, si así os parece”. Alrededor de esa representación teatral se urden una serie de relaciones sentimentales y humanas que se retroalimentan a lo largo de la misma representación teatral, confundiéndose con la misma acción real de sus personajes.

Diálogos inteligente sy naturales, situaciones cómicas, control del ritmo pausado... son muchas las virtudes de "Vete a saber".Los temas, tan queridos por su director, de la vida y el teatro, de la vida y el cine, las conspiraciones amorosas, el desvelamiento de la verdad a veces ambigua cuando no opaca, corren parejos con los perfiles de los mismos personajes y desfilan ante el espectador entre momentos muertos que no hacen perder el ritmo pausado de la película, con diálogos inteligentes y muy naturales y situaciones a veces cómicas y casi irreales. Claro está que el filme remite a otros maestros cineastas (aunque sin la gracia de éstos): el Renoir teatral de La Carrosse d’Or o las elegantes comedia de Lubitsch (con juego de puertas incluido).

Juego de sentimientos que se ponen en escena en movimientos circulares y que nos habla de la dificultad de las relaciones personales y de la caducidad de los sentimientos amorosos, metaforizado todo a través de la misma representación teatral y con la entrada en la historia de personajes algo irreductibles, como es la muchacha casi adolescente. Hay momentos de gran belleza y poesía fílmica, como la secuencia en que La sombra de los clásicos, como Lubitsch o Renoir, planea en alguna ocasión sobre el último filme de Rivette. la protagonista se escapa de una encerrona saliendo por la claraboya y andando por las terrazas y tejados de Paris.

Como en todo buen filme la vida misma es lo que se representa, además de su inexorable fluir. Naturalidad y vida que son posibles gracias también a los actores elegidos por Rivette que se mueven como peces en el agua. Si algún reparo este espectador le pondría es su larga duración, que es sin duda un sello de la casa de este cineasta francés.

José Luis Barrera

VETE A SABER

Título Original:
Va savoir!
País y Año:
Francia, 2001
Género:
COMEDIA
Dirección:
Jacques Rivette
Guión:
Jacques Rivette, Pascal Bonitzer, Christine Laurent
Producción:
Pierre Grisé Productions, Mikado Films, Procirep
Fotografía:
William Lubtchansky
Música:
Florian Eidenbenz
Montaje:
Nicole Lubtchansky
Intérpretes:
Jeanne Balibar, Sergio Castellito, Marianne Basler, Jacques Bonnaffé
Distribuidora:
Golem
Calificación:
Todos los públicos

 

 

 

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