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Es
extraño que una película que tiene un buen comienzo y un buen final
fracase absolutamente durante todo el resto de metraje. Suavemente me mata, que sitúa su acción en Londres, comienza
planteando un encuentro casual entre un hombre y una mujer (las manos que
se rozan en el semáforo), que termina desembocando en una historia
pasional y que recuerda mucho a esas casualidades que se convierten en
origen de conflictos que se da en los filmes de Hitchcock
(véase el inicio de Los pájaros,
por ejemplo) .
En
esos primeros momentos el recuerdo del maestro inglés continua empapando
las imágenes, encontrando referencias tanto en los personajes como en el
argumento; así tenemos una trama donde una mujer conoce a un hombre que
cuenta con un pasado oscuro (Sospecha)
y donde surge una confusa historia de traumas y psicoanálisis (Recuerda o Marnie la ladrona)
que termina en sospechas de asesinato (otra vez Sospecha). Durante los primeros veinte minutos la trama se sostiene
en función de ese juego de casualidades que, poco a poco, va llevando a
esta mujer a vivir una historia de atracción sexual.
Pero
llegados a este punto, la mirada reverenciada al cine de Hitchcock se
vuelve hacia ese modelo denominado thriller
erótico, sustituyendo la inicial sutileza por unos esquemas más
trillados basados en el binomio escena de sexo/escena de suspense y que se
repite hasta el desenlace final. A partir de este momento es cuando la película
deja de interesar como filme y uno se puede centrar en esas exhibiciones
de sexo supuestamente escandalosas para la mentalidad americana, pero que
aquí, la verdad…, en fin… mucho polvo del siglo (Instinto
básico) o cuerdas y velitas encendidas (El
cuerpo del delito) pero el tratamiento del sexo suele ser muy
timorato, alejado del uso que del sexo se hace en otro tipo de filmes (y
valga como ejemplo desde El imperio
de los sentidos a Intimidad).
El
argumento nos conduce hacia la resolución final (que se huele desde el
principio del filme) y cuando parece que van a salir los títulos de crédito,
nos aparece una última escena que vuelve a retomar la idea inicial: un
encuentro casual entre los dos personajes, en las escaleras mecánicas de
un aeropuerto donde cada uno de los protagonistas va hacia un lado, metáfora
de su destino final.
Resolución
magnífica para todo el bodrio intermedio. Sinceramente, y no es un
chiste, se podría decir que a Chen Kaige, en su primera experiencia
occidental, le han engañado como a un chino.
Luis
Tormo
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SUAVEMENTE
ME MATA
Título
Original:
Killing me softly
País y Año:
Reino Unido, 2002
Género:
THRILLER
Dirección:
Chen Kaige
Guión:
Kara Lindstrom
Producción:
The Montecito Picture Company
Fotografía:
Michael Coulter
Música:
Patrick Doyle
Montaje:
Jon Gregory
Intérpretes:
Heather Graham, Joseph Fiennes, Helen Grace, Ian Hart, Jason Hughes,
Natascha McElhone
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