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EL CLUB DE LOS POETAS MUERTOS,

  de Peter Weir

Academia Welton. Otoño de 1969. Vermont.

Comienza el curso académico, bajo la protección de los cuatro pilares: tradición, honor, disciplina, grandeza.

Las expresiones de los alumnos recogen curiosidad al ser presentado el nuevo profesor de literatura, John Keating (Robin Williams).

Los alumnos comparten charla, sueños y estudio en un ambiente rígido, alterado por las novedosas propuestas de Keating, que prefiere olvidar las teorías filosóficas sobre la poesía: hay que vivir y extraer todo el meollo a la vida: como aquellos poetas: Whitman, Thoreau.

Las clases van haciendo que Neil Perry (Robert Sean Leonard) se deje imbuir por el espíritu de El sueño de  una noche de verano, y cuenta con el apoyo de Todd Anderson (Ethan Hawk) que en su peculiar manera de ver la vida, siempre escondido y callado, también va a experimentar nuevas sensaciones gracias a las reuniones del club de los poetas muertos, celebradas en una cueva cercana a la academia.

Para muchos, un error de casting dar el papel a Robin Williams, nominado por ello al Oscar; el guión adaptado de la novela de N. H. Kleinbaum se alzó con la estatuilla.

Reseñable la fotografía y la ambientación.

Y muy recomendable la banda sonora original de Maurice Jarre.

Sociológica donde las haya, la película arrasó en todo el mundo.

Es bonito volver a los 15 años.

Lola Herráez Cubino