La
familia Tenenbaum es una familia muy especial. Sus tres hijos fueron en la
escuela unos superdotados. Muy tempranamente, casi adolescentes, marcaron
con fuerza lo que iba a ser una vida llena de éxitos. Pero de pronto,
entrados en la edad adulta, sus vidas entran en la deriva a raíz de la
separación de sus padres. Tendrá entonces el progenitor de ellos fingir
una enfermedad terminal para tratar de reunirlos de nuevo y reconstruir
aquella familia tan brillante que formaron.
Nos
hallamos ante una película muy curiosa e interesante que camina
constantemente por los senderos de lo trágico, lo bufo y lo cómico y que
posee un formato a veces desconcertante para el espectador. Con un
lenguaje muy original, lleno de imaginación, contrastes y libertad, la
película sigue las pautas de un libro, como si fuera un extraño cuento,
con capítulos, notas al margen, epílogo y narrador. Las secuencias
saltan de un lado a otro de los personajes mostrándonos las diferentes y
dispares piezas de un mosaico narrativo que lentamente van juntándose
hasta formar el dibujo de las figuras de una familia que sufre las
consecuencias de los ataques de la sociedad, pero que es capaz, a través
del sacrificio, la comprensión, el diálogo y el amor de volver a
recomponerse.
El
filme, como tantos americanos, convierte en elogio lo que al principio
parece una crítica despiadada de una de las instituciones más queridas
de los americanos: la familia. Crónica de cierto malestar social con
afilados dardos que se clavan en las carnes familiares, el filme recuerda
–y no copia– películas del renombre de American Beauty, Magnolia y la más reciente Ghost World. La película discurre con un ritmo muy reconfortante
aunque en algunos momentos el guión falle dejando algunos flecos sueltos
sobre todo en los personajes secundarios.
Tiene
Los Tenebaums un arranque muy brillante que nos pone en los
antecedentes de infancia de los tres hermanos: entre la ironía y el
sarcasmo, con rótulos explicativos que dan a entender otra cosa de lo que
se dice, y así el filme nos sitúa en medio de una familia muy singular.
Lástima que la película no profundice en los extravagantes personajes
que recuerda a una familia de freaks
aunque no tan esperpénticos como los de la familia Monster.
Y
dos grandes alicientes. Uno, los actores (muchos de ellos de primera fila)
que están inconmensurables: Gene Hackman sobre todo y una Gwyneth Paltrow
en un papel extraño y seductor, Angélica Huston, Bill Murray... y dos,
la banda sonora es una estupenda selección musical que llena aún más si
cabe de satisfacción a un espectador que es provocado constantemente por
las imágenes a la risa inteligente.
José
Luis Barrera
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LOS
TENENBAUMS, UNA FAMILIA DE GENIOS
Título
Original:
The Royal Tenenbaums
País y Año:
EEUU, 2001
Género:
COMEDIA
Dirección:
Wes Anderson
Guión:
Wes Anderson, Owen Wilson
Producción:
Touchstone Pictures
Fotografía:
Robert D. Yeoman
Música:
Mark Mothersbaugh
Montaje:
Daniel R. Padgett
Intérpretes:
Gene Hackman, Anjelica Huston, Gwyneth Paltrow, Owen Wilson, Luke Wilson,
Ben Stiller
Distribuidora:
Buena Vista Internacional
Calificación:
No recomendado menores de 13 años
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