La
Biblia es un libro muy hermoso y su mensaje para bien o para mal ha
influido en millones de personas. Pero cuando ésta cae en las manos de
alguien cuya mente se desequilibra puede ser la excusa para cometer las más
terribles tropelías. Esto es lo que en suma se cuenta en esta humilde,
extraña, sencilla, pero a la vez gran película. Un hombre bondadoso, de
profesión mecánico, padre preocupado y viudo, vive con sus dos hijos;
uno, preadolescente, el otro de siete años. Una noche recibe una
siniestra misión que dice provenir de Dios: eliminar al demonio que se
encarna en unas personas de su pueblo. Para ello solicitará la ayuda y
complicidad de sus dos hijos. Pero el hijo mayor no lo cree e intentará
combatir ese tipo de justicia divina.
Aparentemente
Escalofrío parece una de esas mediocres peliculitas de terror
(nacidas a la sombra de Seven) con asesino psicótico en serie y
fanatizado por algún tipo de ideología racista o pseudo religiosa. Pero
no es así. Escalofrío es una película que se aleja enseguida de
ese cliché y nos presenta un relato de fuerte suspense que huye de la
truculencia de sangre y vísceras desparramadas (de hecho de los cadáveres
ajusticiados que son varios, sólo vemos el plástico negro en que están
envueltos) y que dirige su discurso reflexivo sobre la forma aberrante de
una religión del terror y de un Dios vengativo y sobre todo, sobre el
modo de reaccionar de los niños ante la locura de un padre lleno de
terrible crueldad cuando se ve poseído por sus extrañas visiones y a la
vez, de gran ternura hacia sus hijos cuando está sereno.
La
película es pues una amarga reflexión sobre el hecho religioso cuando éste
no tiene los controles de una iglesia (cosa tan posible en América, donde
la atomización de éste en sectas provoca delirios religiosos en la mente
de los que arrastrados por un psicologismo o unas alteraciones personales
de sentimientos de culpabilidad intentan interpretar la Biblia al pie de
la letra) y es a la vez un relato de iniciación de unos niños en la
mundo del Bien y del Mal. Constituye desde luego el aspecto más
interesante del filme En este sentido recuerda a aquella película
maravillosa llena de ternura y horror que era La noche del cazador
y bíblicamente también recuerda el pasaje de Abraham, Isaac y el
sacrificio en el monte Moria.
Escalofrío
no resiste, empero, la prueba de fuego que es una verdadera tentación en
la que caen muchas de estas películas: intentar sorprender al espectador
con un final inesperado,
sorprendente y algo ruidoso. En este filme ocurre lo mismo: su resolución
(que no contaremos) parece muy artificial, algo tramposa y muy cogida por
los pelos.
Realizada
por el actor Bill Paxton que interpreta al padre visionario: una primera
película que es muy prometedora. El actor preadolescente realiza una gran
labor interpretativa. En resumen, una película que parece de miedo aunque
no lo es, muy interesante que se estropea un poquito por su final algo
rocambolesco.
José
Luis Barrera
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ESCALOFRÍO
Título
Original:
Frailty
País y Año:
Estados Unidos, 2002
Género:
THRILLER
Dirección:
Bill Paxton
Guión:
Brent Hanley
Producción:
Cinerenta
Fotografía:
Bill Butler
Música:
Brian Tyler
Montaje:
Arnold Glassman
Intérpretes:
Matthew McConaughey, Powers Boothe, Bill Paxton, Matthew O´Leary
Distribuidora:
Filmax
Calificación:
Todos los públicos
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