Una película made in Hollywood con una generosa producción, una facturación técnica impecable e intérpretes mediáticos: un producto dirigido al gran público.
La historia de un maestro de Matamoros, ciudad al norte de Tamaulipas, población presidida por el abandono, la violencia y la corrupción; y niños librados a su suerte.
Civil War no es, como algunos descontentos han interpretado, una mediocre película bélica, sino un bienintencionado –aunque en mi opinión fallido– filme sobre periodismo de guerra.
Comienza esta cinta de Paula Ortiz con imágenes de la santa de Ávila en su infancia, donde están los sueños de Teresa en su niñez y en su adolescencia, cuando aparece el conocimiento del cuerpo.
Después de la excelente Lazzaro feliz, Alicia Rohrwacher ha rodado este filme donde se mezcla realidad con el ensueño, fantasía, cuento, crítica, con una total libertad, donde todo es posible.