Para Adolfo, el reconocimiento de una vida intensa y creativa.
Por el cariño que has volcado sobre tu familia, cuidándonos y aprendiendo a respetarnos en nuestras opciones.
Por el entusiasmo que siempre has puesto en tus clases, para enseñar a tus alumnos tanto física y química como cine y literatura.
Por tu dedicación en expandir tus conocimientos y sacar lo mejor de aquellas personas que siguieron tus ilusiones y participaron en tus proyectos.
Con tus grandes problemas nos has ayudado a crecer internamente y a encontrar la fuerza en nosotros mismo. A permanecer firmes ante las avalanchas.
Ahora te queda el mejor reto de tu vida: poner una flor en cada instante de la misma.
Con amor,
Elvira
