NASCUTS CULPABLES
Por Dr.Sandman
Título:
Nascuts culpables
Autor:
Peter Sichrovsky
Compañía:
Moma Teatre
Dirección:
Joaquim Candeias, Carles Alfaro
Intérpretes: Helena Peydro, Esther Bosque, Victòria Salvador, Pilar Almeria, Cristina García, Joan Miquel Reig, Martín Cases, Álvaro Báguena, Pep Ricart, Cristina Plazas, Empar Canet, Sergi Caballero, Carles Alfaro, Teresa Lozano, Jordi Dauder.
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Basada
en entrevistas reales a descendientes de protagonistas de la Alemania nazi, la
compañía Moma nos ha venido presentando hasta el pasado 8 de abril Nascuts
Culpables, bosquejo de distintas facetas de una realidad histórica -que
conviene no olvidar- por medio de una galería de once personajes cargados de
odio, confusión, miedo, vergüenza o incluso admiración por sus apellidos.
Sin
caer en maniqueísmos fáciles que despierten pasiones vanas en el público, los
personajes desfilan ante un espectador súbitamente convertido en jurado,
desnudando su alma y tratando de analizar unos hechos ante los que fueron meros
espectadores en su niñez, y que no sabrían interpretar hasta muchos años más
tarde.
Los
personajes están muy bien definidos, consiguiendo acercar su discurso –por
equivocado que sea- a la comprensión del espectador. Esto está logrado en
buena parte gracias a la gran interpretación de los actores, en unos papeles
nada fáciles de realizar.
El
ritmo de la obra es adecuado, ya que cada nuevo testimonio golpea en un sitio
diferente, dejando tan solo unos segundos de reflexión de uno a otro, y dejando
cuando finaliza al espectador aturdido en la calle tratando todavía de
reflexionar acerca de este grupo de hijos del horror.
Que la obra invita a la reflexión, no hay duda. Que vivimos un momento histórico donde vuelve a cobrar especial relevancia el tema, creo que tampoco hay duda. El grupo de teatro Moma ha sufrido varios asaltos violentos por parte de grupos de jóvenes neofascistas durante la gira que “Nascuts Culpables” ha realizado por varias ciudades españolas durante el último año. Creo que no deberíamos dejar enfriar las cenizas de un pasado vergonzoso cuyas consignas comienzan a resurgir en nuestros días: eduquemos a nuestros hijos.
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