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| CINE ESPAÑOL EN EL 2000 POCAS PELÍCULAS Y MENOS CINE por Carlos Losada El resultado no cabe duda que es desalentador, pero no por eso hemos de tirar la toalla. Hay que apoyar al cine español; aunque no con triunfalismos ni con parches diciendo que todo es mejorable. Hay que apoyarle partiendo de la realidad y sugiriendo a los diferentes estamentos que no se trata sólo de llegar al público de la manera que sea, sino a base de sentido, sensibilidad y honestidad. Y partiendo de unas coordenadas que den al trasto con la estupidez y el adocenamiento, y con la siniestra manía de copiarse a si mismo o copiar los éxitos extranjeros.
En consecuencia, ese dos mil ya terminado nos aboca a escoger cuatro o cinco películas que son buenas, que merecen toda nuestra consideración y apoyo, incluido el de los medios, que no siempre obtuvieron. Las películas a destacar son El bola, primer y excelente largometraje de Archero Mañas; Krampack, también un casi debut de Ces Gay, buena incursión en el mundo de la adolescencia con actores creíbles y secuencias oportunas. Morir (o no) una pertinente película de Ventura Pons sobre la realidad y La espalda del mundo un muy buen documental sobre diversos marginados de la tierra, bien niños o condenados a muerte, de Javier Corcuera.
Todo lo demás, banalidades y tropiezos, algunos aupados por los medios de comunicación y otros fastidiados al pasar de un buen guión a un débil realización, -y una peor distribución y exhibición- caso de Terca vida, o la falta de ritmo musical, pese al buen material disponible de Fernando Trueba y su Calle 54. Terminar diciendo que Gerardo Herrero nos confirma que es un buen productor y un nulo director con esa pretenciosidad lacerante llamada Las razones de mis amigos, y la crítica dice que es buena, ¡ay! poderosos caballeros son los medios.
Pues que este muevo año, siglo y milenio nos traiga mejor cine español. Amen.
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