La bicicleta de Pekín
Principal ] Arriba ] Coronación ] Desafinado ] [ La bicicleta de Pekín ] Punto de mira ]

 

La bicicleta de Pekín

Lo más discutible del filme es su forzado final y el paralelismo (también muy forzado) al narrar las dos historiasEsta pequeña (casi insignificante) película china ganó uno de los primeros premios en un reciente festival cinematográfico. Demasiado galardón para sus méritos. Lo que se intentó premiar es la sinceridad con la que se abordan una serie de temas inmersos en la cotidiana vida de la China actual.

La película narra la historia de dos jóvenes necesitados de una bicicleta. Junto a ello muestra el entorno que les rodea. Uno es mensajero en una empresa (casi familiar) de reparto, el otro un estudiante que desea tener una bicicleta para poder ser igual que sus compañeros. El primero la necesita como forma de trabajo (es una necesidad), el otro para estar a la altura de los compañeros (aunque es un capricho se trata de incidir en otros tipos de necesidad). Ambos jóvenes protagonistas distan mucho de pertenecer a una clase acomodada.

La bicicleta de Pekín  alterna la historia de ambos jóvenes desde el instante en que uno de ellos (el estudiante) roba la bicicleta al otro (el mensajero). Robo que no es mostrado en imágenes. Por ello, el filme a lo largo de su desarrollo, va a plantear dudas sobre la autoría del verdadero ladrón. De cualquier forma hay una serie de datos que denuncia al joven estudiante como autor del robo. La necesaria posesión de la bicicleta para ambos protagonistas tiene distintos matices. Es la necesidad vital de poder seguir trabajando, y que lleva al joven mensajero a una búsqueda titánica, y la necesidad por identificarse con una determinada clase social: igualdad con los compañeros, posibilidad de ser aceptado por la chica que ama.

El filme muestra cómo en el moderno Pekín varios personajes tratan de vivir de, y en la, apariencia. Además del joven estudiante, es el caso de la criada que se engalana con los vestidos y adornos de su ama. Mundo difícil el de la gran ciudad donde al final nuestros personajes terminan por volver al mundo del que quieren huir pero por el que terminan absorbidos. El pacto al que llegan los dos jóvenes (compartir la bicicleta) terminará tan roto como la propia bicicleta. El joven estudiante es apaleado por sus compañeros (con gran brutalidad) junto al joven mensajero. Aunque diferentes, ambos jóvenes pertenecen a un mismo mundo: el de los fracasados, difícilmente integrables en una determinada clase social. Radiografía, pues, de una ciudad extraña en cuanto es de allá, pero cercana en cuanto sus historias (aunque de otra forma) se extrapolan con un realidad de acá.

Lo más discutible del filme será tanto el forzado final (la razón por la que se persigue y también es apaleado el joven trabajador) como el paralelismo (también forzado) utilizado para narrar ambas historias. Por el contrario, hay que destacar el carácter casi de documento que posee la película. Ahí, en su naturalismo, en su acercamiento a la realidad es donde La bicicleta de Pekín se engrandece.

Si hubiera que pensar en un referente de este título, habría que citar sin duda Ladrón de bicicletas. Al igual que el importante filme de De Sica, aquí se desea pasar de lo particular a lo general. De ahí el logrado plano final por el que vemos a la multitud de ciclistas caminantes de la gran ciudad, cada uno de los cuales encierra una historia diferente. Del joven mensajero (y sus intereses y angustias) se puede pasar a cualquier anónimo ciclista y a su historia, que, en definitiva, no será tan personal.

Si el retrato de los dos protagonistas así como el de algunos otros personajes es claro (el amigo del mensajero, la criada, la hermanita del joven estudiante), no se puede decir lo mismo de la mayor parte de otros que también acompañan a los dos protagonistas (los amigos, la joven de la que está enamorado el estudiante, el padre de éste) en esta su generalista historia.

Un chiste curioso hace alusión a Zhang Yimou, el único Zhang conocido, se dice, de los muchos Zhang que hay en China. Ese rasgo cómico, casi surrealista ante el tono (distinto) del resto, cierra una de las pocas aventuras no trágicas por los personajes. Me refiero, claro, a la secuencia en la que el mensajero pasa a la sauna del hotel como producto de una equivocación.

Película sencilla, nada grandilocuente, sin aparente complicación, que desea mostrar (y a ratos lo consigue) cómo transcurre, en el  hoy, la vida en la moderna capital de China.

Mr. Arkadin

LA BICICLETA DE PEKÍN

Título Original:
Beijing Bicycle
País y Año:
China, Taiwan, Francia, 2001
Género:
DRAMA
Dirección:
Wang Xiaoshuai
Guión:
Wang Xiaoshuai, Tang Danian, Peggy Chiao, Hsu Hsiao-Ming
Producción:
Pyramide Productions, Arc Light Films
Fotografía:
Liu Jie
Música:
Wang Feng
Montaje:
Liao Ching-Song
Intérpretes:
Cui Lin, Li Bin, Zhou Xun
Distribuidora:
Vértigo Films
Calificación:
Todos los públicos

Volver al SUMARIO Página ANTERIOR Página SIGUIENTE Ir a la ÚLTIMA PÁGINA