Aunque la nuestra es
una revista de cine, no podemos olvidarnos de ese otro gran devorador de
imágenes que es el público teleadicto, por ello le dedicamos dos
secciones, ésta y Network. En ellas damos un repaso a la
actualidad de la pequeña pantalla en España.
TELEDIARIOS
Por
Ángel
Esparcia
Los
informativos de la televisión (especialmente los de la pública) siempre
han sido objeto de polémica en España.
Desgraciadamente,
y después de casi treinta años de democracia, los telediarios
siguen estando al servicio del gobierno de turno, como en los mejores
tiempos del franquismo, que consideraba la información como un
instrumento más del aparato de propaganda del régimen. Todo esto se ha
venido acentuando aún más si cabe en los últimos años, y especialmente
en los dos últimos meses con motivo de la cobertura informativa de la catástrofe
del “Prestige”.
Y
así, las televisiones públicas, tanto la estatal como las autonómicas
controladas por el Partido Popular, se han convertido en un mero
instrumento de la estrategia desinformativa del gobierno. Si éste ha
intentado “tapar” su inefable gestión de la crisis con el tema del
terrorismo o el de la seguridad ciudadana, los informativos a su servicio
(incluida una televisión privada, por lo menos) han seguido esa misma
estrategia y esos temas han pasado a encabezar los diversos telediarios.
En
Canal 9 (la televisión autonómica valenciana), por ejemplo, cuando el
presidente Aznar anunció el 13 de enero su plan para hacer frente a la
delincuencia, el telediario de la noche se abrió con imágenes de robos y
atracos callejeros. Algo que no existía, según Canal 9, hasta que el
gobierno no ha tomado cartas en el asunto. Se cumplía así un viejo
axioma: los problemas sólo aparecen en los telediarios cuando el gobierno
los resuelve.
Mucho
nos tememos que esta estrategia no va a cambiar y que se va acentuar con
motivo de las próximas elecciones autonómicas y municipales (como ya se
puede comprobar también en Canal 9, con la diferencia de cobertura y de
“trato” entre los candidatos del Partido Popular, “siem-pre po-si-ti-vo”,
y el del PSOE, “siem-pre ne-ga-ti-vo”).
Qué
lejos queda el modelo de la BBC: no hace mucho tiempo el gobierno de Tony
Blair se quejaba del tratamiento informativo que daban los telediarios a
determinadas noticias, prueba de la independencia informativa del medio.
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