Arrietty y el mundo de los diminutos (Karigurashi no Arietty, 2010) de Hiromasa Yonebayashi

  27 Febrero 2014

Un bonito cuento antes de irse a dormir

arrietty-1Como el Capitán Lemuel Gulliver en su viaje a Lilliput, Arrietty y el mundo de los diminutos nos muestra una vez más el lado malvado de algunos seres humanos, en su persecución y burla de quienes son diferentes a ellos, pero sobre todo, más vulnerables. Aunque a diferencia de Jonathan Swift, en Miyazaki encontramos un respiro de bondad en algunos de esos humanos que ayudan a que nuestros protagonistas logren sobrevivir a los acechos a los que se ven expuestos.

La película es una adaptación de Los incursores, de la inglesa Mary Norton; una saga de cinco libros donde en cada uno se cuenta la misma historia pero desde otra perspectiva diferente; es decir, cada libro está contado por un “serumano” (que es como llaman los incursores a los seres humanos) que ha tenido la oportunidad de ver a los seres diminutos o saber de ellos a través del diario que Arrietty escribía pero que en la película no se muestra.

Miyazaki tenía la idea de adaptar esta obra desde que empezó a hacer películas, y al final logro un guión que ha conseguido condensar, si bien de manera bastante libre y con la marca propia del autor, toda una historia de cinco libros convertidos desde los años cincuenta en todo un clásico de la literatura infantil.

¿Qué diferencias hay entre la obra de Mary Norton y el guión de Miyazaki?

El film Arrietty y el mundo de los diminutos cuenta la historia de una familia de seres enanos que vive bajo el suelo de una antigua casa de campo. Los diminutos, o también llamados por sí mismos incursores, sobreviven con lo que pueden y gracias a las incursiones por la noche van a la casa donde los humanos viven y “toman prestado” lo que puedan necesitar, ya sea azúcar, papel, algún objeto que los humanos ya no necesitan y que usan para decorar su casa o como utensilio de caza o cocina, etcétera.

Un día Arrietty, la única hija del matrimonio de diminutos, es vista por Shō, un niño enfermo que debe ser operado del corazón y ha ido a pasar unos días de calma a la casa de su tía Sadako. Su familia decide que deben abandonar el domicilio, pero antes de que esto ocurra, la cocinera Haru trata de atrapar a los diminutos, que con la ayuda de Shō lograrán salvarse y finalmente mudarse a un lugar más seguro y en compañía de otros seres como ellos.

La película recoge con este argumento la acción más destacable y esencial de la obra de Norton. Hay aún así diferencias destacables, aunque poco cambiarían el rumbo de la historia. Véase por ejemplo que el apellido que Mary Norton dio a los diminutos, Clock, tiene su sentido porque en sus libros esta familia vivía debajo de un reloj de péndulo, mientras que en la película viven bajo el suelo de un pequeño trastero.

Miyazaki es también un poco más condescendiente con el gato Niya, que aunque al principio persigue a los diminutos, después se hace amigo de ellos; mientras que en la obra de Norton el gato se come a la prima de Arrietty.

Además, Miyazaki le quita su mano derecha a la malvada cocinera Haru, que en Los incursores cuenta con la ayuda de Crampfurl, el jardinero, y juntos intentarán atrapar sin éxito a los pequeños seres.

arrietty-5

Mientras que Arrietty y el mundo de los diminutos empieza con la voz en off de Shō, que desde un futuro lejano cuenta cómo vivió su experiencia el verano en el que fue a casa de su tía Sadako y descubrió a los seres diminutos, en la obra Los incursores, se empieza con Kate, una niña que va a casa de la anciana Mrs. Mary para ayudarla a coser. Mientras están en plena tarea desaparece el ovillo de la señora Mary, lo que le hace adivinar que todavía quedan incursores en la casa. Kate pregunta que qué son los incursores y así es como la señora Mary empieza a contar la historia de su hermano y de lo que le ocurrió cuando fue de joven a curarse de una enfermedad a esa misma casa, que entonces pertenecía a su tía.

Es curioso que en ambos inicios se nos revelen datos que serán relevantes una vez acabada la obra. Por un lado gracias a la desaparición del ovillo de lana de la obra de Norton, descubrimos que todavía quedan incursores en la casa, a pesar de que, como leeremos más adelante, parece que todos hayan desaparecido. Por otro lado, el comienzo de Arrietty y el mundo de los diminutos, con la voz del niño protagonista de mayor contándonos una anécdota de su vida, descubrimos que pese a la operación tan delicada que espera y de la que le confiesa a Arrietty que no saldrá vivo, en realidad se curó y que sigue vivo tras muchos años.

Los detalles

Algo destacable de la obra de Norton es la delicadeza y minuciosidad a la hora de describir las estancias donde los diminutos habitan, los detalles de cada objeto, todos obtenidos del mundo de los “serumanos” y a los que ellos le dan otro uso completamente distinto.

Todo ello está muy ligado al sentimiento oriental, que invita a detenerse en cada pequeño detalle de la naturaleza y de nuestro entorno. Quizás por ello se supo trabajar con detenimiento en este aspecto cuando se dibujaron los escenarios donde la acción iba a tener lugar, logrando que no nos pase desapercibido el caballo de ajedrez usado como estatua o los sellos como cuadros de decoración, siguiendo fielmente las descripciones de la autora literaria.

Nos invitan a apreciar lo pequeño, lo cotidiano, aquello a lo que estamos tan acostumbrados que ha terminado por hacerse invisible a nuestros ojos. Nos invita a que veamos las posibles utilidades que se le puede dar a un objeto que para nosotros no tiene demasiada importancia, a través de los usos que la familia de diminutos les da. Así por ejemplo lo que para nosotros es un simple alfiler, para Arrietty es un arma indispensable para andar por el mundo más segura.

arrietty-6

Amistad y naturaleza como temas centrales

No hay nada nuevo en afirmar que la Naturaleza es un tema central en las películas de Miyazaki. Si hay algo que la diferencia de la saga literaria de Mary Norton por excelencia es esta nueva perspectiva que le da a la obra preexistente.

Esa naturaleza siempre en pleno apogeo, verde, naciente, que rebosa felicidad, quizás por su armonía con todo lo que la rodea. Los pequeños insectos (saltamontes, mariquitas, hormigas, mariposas) y flores de miles de colores. La eterna primavera representada por esas lluvias suaves que más que gotas parece que lluevan perlas.

Es ese amor por la naturaleza lo que hace que quienes la disfruten y respeten sean precisamente los personajes protagonistas en las películas del estudio Ghibli y viceversa. Así pues, mientras que Shō se tumba en el césped del jardín a leer y a enriquecerse con el sonido de los pájaros cantar, la retorcida Haru manifiesta ya al principio de la película su asco hacia los insectos y no tiene reparos en azotar hasta el aturdimiento a una urraca que por poco se cuela en la habitación de Shō.

Se refleja así la naturaleza como medidora de la armonía y de la bondad del alma humana, como necesidad del mundo para lograr la paz interior y la paz con aquello que nos rodea. La naturaleza significa para Miyazaki la única manifestación posible del ser humano para enriquecer su espíritu.

Es destacable también la importancia que para la película tiene la amistad entre Shō y Arrietty. Es una amistad que se presenta casi inevitable, puesto que ambos tienen aproximadamente la misma edad, 14 años, y lo más importante, ambos están solos en el mundo.

Es esa soledad lo que les une mutuamente. Arrietty vive con sus padres y es a los únicos seres diminutos que ha conocido, pues dado que le han inculcado que el mundo exterior es peligroso, no ha tenido oportunidad para viajar y conocer otros seres como ella. Nunca ha jugado ni se ha divertido con personas de su misma edad.

Por otro lado, Shō carga una enfermedad de corazón desde que era pequeño, lo que le ha impedido que pudiera llevar una vida normal y poder relacionarse con sus compañeros de clase. Ha vivido solo, puesto que sus padres están divorciados y tal y como él mismo expresa, no tienen tiempo para dedicarle. Sus padres están siempre tan ocupados que hasta en la víspera de su operación es su tía la que debe hacerse cargo de él. Se ha refugiado en la lectura y conoce el mundo exterior a través de esos libros, como Arrietty a través de sus cortas visitas al jardín de la casa donde ambos habitan.

Así, a través del encuentro entre dos almas que ansían compañía, se va forjando poco a poco una amistad que tiene su explosión final en la última escena de la película, en ese momento en el que Shō va a buscar a Arrietty al lugar donde va a partir con su familia y le pide que esta vez acepte su terrón de azúcar como regalo. Entonces nace un momento tan bonito como sincero. La pequeña Arrietty abraza llorando el dedo de Shō y desea que le vaya bien donde quiera que esté.

Los adolescentes se separan para siempre y dejan entrever un atisbo de confusión entre lo que era amistad y amor. Con la huella de ese amor tan sincero de lo que queda y nunca pudo ser le despide Shō con unas tristes palabras: “Arrietty ahora te llevo dentro de mi corazón. Nunca te olvidaré, lo prometo”.

arrietty-4

Los autores de la obra

Hayao Miyazaki no se quiso arriesgar y propuso un guión cerrado y forjado con llave, en contra de su habitual estilo de dejar el guión inacabado, para que cabalgue libremente entre los campos de la improvisación de los maestros del género. La decisión es bastante sensata cuando descubrimos que quien tomó las riendas fue Hirosama Yonebayashi, un joven animador del estudio Ghibli que emprendía con Arrietty y el mundo de los diminutos su debut como director.

A pesar de ser novato, el producto demostró estar a la altura de muchas otras producciones Ghibli, igualando en número de espectadores en Japón a Ponyo en el acantilado y recuperando cinco veces el dinero invertido.

En Europa tuvo una mejor acogida que en Estados Unidos, ya que tras el fracaso de Cuentos de Terramar, la distribuidora Disney decidió retrasar su estreno. El Festival de Cine de Roma le hizo un hueco en su programa y Francia fue el primer país en difundirla en cines convencionales. Ante el retraso de los Estados Unidos por estrenar el film y ante la buena acogida europea, el Reino Unido decidió no esperar al doblaje americano y crear el suyo propio, convirtiéndose así en la primera película del estudio Ghibli distribuida por Reino Unido con doblaje distinto al estadounidense.

Hablando de debutantes, hay que incluir la bella banda sonora de la joven arpista francesa Cècile Corbel. Con este fichaje nos demuestran que la valentía es premiada siempre que venga acompañada de un gran talento. A Cècile le sobran ambas cosas. La suerte le sonrió cuando, tras enviar uno de sus CDs con una carta en la que afirmaba que todas las canciones compuestas estaban inspiradas en películas de la productora Ghibli, la llamaron para hacer la banda sonora completa de Arrietty y el mundo de los diminutos, desbancando al veterano Joe Hisaishi, que había compuesto casi todas las bandas sonoras de la productora, entre ellas las famosas Ponyo en el acantilado y El viaje de Chihiro.

Esa voz dulce, que parece emanar de la misma garganta que la de nuestra protagonista. Esos tonos celtas mezclados con música tradicional japonesa la dotan de una originalidad especial. Los agudos predominan en un contexto donde lo diminuto es el tema principal. Lo agudo y lo diminuto manifestado a través de cada detalle, en lo visual y en lo musical.

Escribe Gala Gracia


 Más información sobre la película:
Arrietty y el mundo de los diminutos (crítica)

arriety-7