Preestreno de Viva la vida
Dentro de los Preestrenos de Cine Español del Festival de Cine Antonio Ferrandis, organizado por el Ayuntamiento de Paterna y los cines Kinépolis —que tienen como objetivo consolidar la conexión entre Valencia y los principales nombres que integran el cine español a través de diferentes preestrenos y presentaciones especiales—, se realizó el preestreno de Viva la vida, la película dirigida por José Luis García Berlanga, que llega a los cines de toda España el 24 de mayo de 2019.
José Luis García Berlanga vuelve al largometraje tras una larga etapa centrada en la televisión. Viva la vida es una producción que se rodó en diferentes localizaciones de la ciudad de Valencia y cuenta con reconocidos intérpretes de la Comunitat Valenciana, como son Diego Braguinsky, Guillermo Montesinos, Laura Romero, Cristina Perales, Lola Montó o Ferran Gadea. El filme aborda en tono de comedia los problemas derivados de la crisis económica (especulación inmobiliaria, desahucio, etc.).
Acompañando la película estuvieron José Luis García Berlanga y su actor principal, Pablo Chiapella. Os dejamos las reflexiones de ambos en la rueda de prensa que se organizó con diferentes medios de comunicación.
Los dos lleváis mucho tiempo trabajando en el entorno televisivo. ¿Cómo ha sido la experiencia de realizar una película para la gran pantalla?
José Luis García Berlanga: «Pues divinamente», como decía el Marqués de las Marismas. Muy bien, yo he trabajado mucho en cine como técnico, como productor y en algún caso como director. Realmente cada vez nos quieren separar más y cada vez estamos más juntos todos los que hacen teatro, los que hacemos televisión, los que hacemos cine.
Odio la palabra audiovisual pero me gusta la palabra ficción. Contar una ficción en definitiva es contar sentimientos con unos buenos actores y unos buenos técnicos que te amparen y contar historias de personas.
Incluso ahora se están rompiendo las barreras entre cine y televisión con la aparición de las nuevas plataformas.
Pablo Chiapella: Sí, eso se ha superado. Y está bien. Al final cuando dicen «acción» el actor es actor aquí, allí o donde lo pongas. Es verdad que antes era diferente. Recuerdo cuando Alfredo Landa hizo una serie para televisión y todo el mundo decía: «¿Pero cómo se le ocurre bajar a los infiernos?>, y eso ahora, por suerte, ya no existe. En mi caso yo lo afronto delegando. En este caso con José Luis que es hombre de cine de toda la vida y he apostado por dejar que me moldee a su gusto. Digamos que me he quitado bastante carga de encima y se la he dado a él.
Berlanga: Y los otros actores que nos acompañan son multifunciones también. Todos tienen mucha experiencia en cine, teatro y televisión.
¿Cómo ves el rol de todos los que habéis sido comediantes como tú, Dani Rovira, Julián López, Ernesto Sevilla, y ahora pasáis a actores?
Pablo Chiapella: Yo creo que a estos nombres les ha arrollado lo de ser actor. Han sido cómicos y les ha arrollado el cine. De alguna manera han considerado que son taquilleros, les han dado cine y lo hacen muy bien. Aquí, el que sepa actuar, que lo haga; da igual de dónde vengas o lo qué hayas hecho.
En mi caso no es así. Fui a Madrid para ser actor, estudié en una academia, he hecho mucho teatro y el cine me está costando un poquito más, eso es cierto. Tengo un personaje muy marcado en la tele que, a veces, facilita unas cosas pero perjudica otras. Pero para eso hay pelis como Viva la vida, para que nos demos cuenta que, en mi caso, hay vida después de Amador y que el actor está al servicio de lo que quiera el director, de la historia y de lo que necesiten los compañeros.
Es una comicidad que te permite ir un poco más allá del personaje que comentabas, el Amador de La que se avecina, aportando algún registro más dramático.
Chiapella: Sí. No hemos intentado pasar por alto todas las partes dramáticas ni hemos intentado hacerlas divertidas. La posible gracia de la peli la da el entorno y las circunstancias y los personajes que rodean a Juanito, que es el protagonista. Pero cuando toca el drama y toca superar una situación traumática se pasa por ella sin ningún complejo. Y creo que es acierto pues en la siguiente secuencia José Luis consigue plantearlo de tal manera que se pasa de una situación dramática a otra más cómica, en un segundo, y que todo entre bien.
Berlanga: Aquí el humor está en lo que envuelve al personaje de Pablo, es un personaje que pasa por una serie de fases a lo largo de la película. El entorno, y con el entorno me refiero al resto de personajes y actores —como la familia, el constructor, Mamadú, el personaje de Diego Braguinsky—, ahí es donde está la comicidad que va envolviendo la parte del drama del personaje.
Pablo, ¿te ves trabajando fuera de la comedia?
Chiapella: Yo sí, de hecho últimamente no hago más cine porque me ofrecen proyectos donde el personaje es Amador en otro lugar. Entonces para hacer lo mismo y vestido de otra forma no lo he aceptado. Por lo tanto, no sólo es que no me veo, es por lo que lucho. Cuando cojo un proyecto es porque pienso que hay algo que me permite investigar otros recorridos.
Escribe Luis Tormo | Crítica de Viva la vida | Galería fotos preestreno