“Más que inspiración, Buñuel ha sido amigo mío”
El sábado 21 de junio, de 2014, entrevistamos a Carlos Saura, premio Luis Buñuel en la 42ª edición del Festival Internacional de Cine de Huesca. El festival ha querido otorgarle el premio honorífico Luis Buñuel por su larga trayectoria como cineasta, su aportación a la industria y a la innovación y exploración en el lenguaje audiovisual.
Con una camisa azul y cámara de fotos al cuello; así acudió Carlos Saura a la rueda de prensa que tuvo lugar el sábado 21 de Junio como motivo del premio Luis Buñuel, que concede el Festival Internacional de Cine de Huesca, y que este año recoge el veterano cineasta. Durante la breve entrevista que nos concedieron, destacó por su simpatía, naturalidad y sencillez tanto en el trato como a la hora de responder a nuestras preguntas.
Carlos Saura es uno de los grandes tesoros que guarda nuestro cine y ha sido internacionalmente reconocido, habiendo ganado varios premios en Cannes y en el Festival Internacional de Cine de Berlín. Fue uno de los directores que supo hacer cine de calidad y compromiso social en unos años en los que existía una fuerte censura y su lenguaje cinematográfico se caracteriza por la introspección psicológica de sus personajes, el simbolismo y la cotidianeidad de sus situaciones.
¿Considera que es profeta en su tierra?
En España ser profeta en tu tierra es muy raro, pero en este caso sí y además no es la primera vez. Estoy muy agradecido a Huesca por este premio.
¿Qué directores le siguen transmitiendo?
Nunca podría contestar a esta pregunta por una razón muy sencilla: hay tanto talento desde que se inventó el cine hasta ahora que es imposible decidir. A lo mejor hay un director que hace cuarenta años te gustaba muchísimo y ahora ves una de sus películas y ya no te gusta. Los gustos cambian muchísimo a medida que tú cambias. Lo que sí te puedo decir es que me ha interesado siempre el tema de la imaginación aplicada al cine y en este ámbito hay tres grandes directores que lo han trabajado a la perfección. Primero Ingmar Bergman, con ese estilo rígido, protestante, atormentado, muy nórdico pero fantástico cineasta, con una capacidad tremenda para reflejar su vida y su mundo. Luego está Fellini, que es todo lo contrario. Italiano y excesivo en todo. Hay películas suyas que me gustan mucho y otras que no tanto. Yo creo que en el centro de todo está Buñuel, que trata el tema de la imaginación aplicada a la cultura española. Él vive un surrealismo pero español, que nada tiene que ver con el francés.
¿Se puede decir que Buñuel ha sido su fuente de inspiración?
Más que inspiración ha sido amigo mío. Lo que pasa es que cuando hemos estado juntos y hemos hablado a mí lo que me sorprendía siempre es que estábamos de acuerdo en todo, quizás también porque era aragonés, pero había algo que nos conectaba directamente; es más, él mismo dijo que si moría rodando El fantasma de la libertad, la única persona que podría relevarle era yo.
¿Cómo consiguió eludir la censura en películas como Los golfos en la época que se vivía en España?
No lo conseguí. Aprovecharon que estaba seleccionado en el Festival de Cannes para quitarme diez minutos de película.
¿Qué consejo le daría a los nuevos cineastas?
Que cojan una cámara, unos actores o que rueden documentales; pero sobre todo que trabajen y que se espabilen, no hay otra solución porque hoy en día la competencia es brutal. Son miles y miles de cineastas en todo el mundo que con una cámara pequeña incluso de fotografía pueden hacer una película estupenda.
Escribe Gala Gracia