Principal
Arriba
Novedades literarias

Cuando ruge la marabunta
Aquí un amigo
Con la muerte en los talones
Rashomon-James Bond
Cinema Paradiso
Sin perdón
El último de la lista
Ópera prima
Los otros
El valor del cine
Malalts de tele
Network
El bazar de las sorpresas
Gremlins 2
Ábrete de orejas
Farenheit 451
Retorno al pasado


En esta página haremos un pequeño análisis de algún libro o cualquier otra publicación vinculada con el mundo del cine que, por sus especiales características, nos anime a recomendarla a todos vosotros... aunque no todo lo que se publica es igualmente recomendable. Además, incluimos por vez primera el listado de los libros publicados en los últimos meses, listado que iremos actualizando en cada número, para manteneros al día sobre las últimas novedades literarias en materia cinematográfica.

   a) Sergio Leone, algo que ver con la muerte.

   b) Viento de cine.

   c) Novedades literarias.

 

Un documentadísimo estudio para que los que se niegan a ver aprendan de una vez por todas que hubo un genio llamado Sergio Leone.UN GRAN "HIJO DE PUTA"

Título: Sergio Leone, algo que ver con la muerte

Autor: Christopher Frayling. Traducción de Domingo Santos.

Editorial: T & B Editores.

550 páginas.

Madrid, mayo 2002.

“Gente como la que tiene algo dentro, algo que ver con la muerte”

 (Hasta que llegó su hora)

He aquí una documentadísima biografía sobre uno de los cineastas más interesante e importantes del cine europeo de la segunda mitad del siglo XX. Atacado duramente su cine por parte de una crítica acomodaticia, sobre todo en sus primeras películas, su obra, hoy, corta en extensión pero innovadora en sus planteamiento, renace con una gran fuerza, como producto de un conocimiento, una reflexión y un gran amor por el cine, que fue la razón de la vida de Sergio Leone.

Sus primeras películas entre las declaradas como director, caso de El coloso de Rodas, no dejan apreciar el talento que hay detrás del autor. El posterior e inminente desembarco en el western europeo le lleva a la creación de un cine personal, que desemboca en el movimiento/género (no tan ligero, ni tan malo como normalmente, y gratuitamente, se ha dicho) conocido como “spaguetti-western”. Un nombre que a Leone le producía escozor. Para él, los que “tomaban su cine en vano” o (en Italia o España) le imitaban le parecían (textualmente) unos “hijos de puta”. Sobre todo fue autor de dos trilogías, la primera sobre el hombre, llamémoslo así, de ninguna parte y formada por Por un puñado de dólares, La muerte tenía un precio y El bueno, el feo y el malo, y la segunda por la serie centrada en el “Érase una vez en...” y dedicada al oeste, la revolución y América, y en la que se encuentran dos obras maestras indiscutible: la primera y la última de esa trilogía que en España se titularon Hasta que llegó su hora y Érase una vez en América respectivamente. Éste último título es, sin duda, una de las obras más grandiosas e innovadoras del cine de la década de los ochenta. El tercer título de la trilogía fue la más que irregular Agáchate maldito. Leone murió joven mientras preparaba otra gran proyecto, Stalingrado

De todo esto y mucho más nos habla el libro de Frayling, rector del Royal College of Art de Londres y Profesor de Historia Cultural. Autor de varios libros entre los que se encuentra uno titulado “Spaguetti Westerns” y otro “Clint Eastwood”. Un catedrático, pues, en la materia. Estamos ante una obra excelente en todos los sentidos, acorde a la buena labor que desarrolla la editorial T&B al editar biografías de personas integradas, de una u otra forma, en la industria cinematográfica, y que en España conocemos gracias a títulos, tan necesarios e importantes como los dedicados, entre otros, a John Ford y Robert Mitchum. 

Contrastado hasta lo humanamente posible, el libro sobre Leone es un largo, pero no cansino, paseo por una época, unos países y unos autores. La labor del autor ha sido impecable. Ha entrevistado a decenas de personas relacionadas con Leone (y a él mismo antes de que muriera): colaboradores, familiares, actores... El resultado es un libro necesario para acercarnos al conocimiento de una personalidad tan compleja como la de Sergio Leone. Al final nos queda el regusto sobre la vida de un hombre que quiso “construir un sueño” al igual que algunos de los personajes de sus filmes.  

Se recogen ampliamente los primeros años que vivió Leone en “su” Trastevere romano, su amor al cine, debido tanto a su afición como a la dedicaciónal medio de su madre y de su padre (fue director, uno de los precedentes del western europeo: en la década de los años diez del siglo XX ya filmó un western). Ayudante de grandes directores y actor ocasional (interpretó a uno de seminaristas que se refugia de la de la lluvia en un portal al lado del padre e hijo en Ladrón de bicicletas), se introduce de forma precisa en la industria con la llegada a Cineccitá del cine norteamericano para rodar, abaratando costes, sus espectaculares películas. De ahí procede su desilusión al conocer (y no poder entablar el diálogo que deseaba) a algunos de sus ídolos como pudo ser Aldrich (Veracruz era una de sus grandes películas) o, lo que para él fue mas lamentable, Raoul Walsh.  

Su encuentro con Eastwood (al principio rechazado) le lleva a un cambio notable en la forma de encarar su cine. Una búsqueda de un estilo personal que luego sería imitado (como ellos mismos reconocieron) por directores como John Carpenter ( que incluso se casó a los sones de la melodía de Hasta que llegó su hora), Sam Peckinpah, Tarantino... Una sombra tan alargada la de Leone que incluso, actualmente, puede encontrar eco en el cine de Kitano o en películas tan actuales como Ciudad de Dios

Leone quiso ser Ford pero se quedó, lo cual no está nada mal, en Leone. Imitó al americano director de Centauros del desierto incluso en su mal genio, en su ansia de hacer y deshacer a su antojo. Lo suyo, como ocurría con Ford, era pasar a la historia por ser un gran “hijo de puta”. Por esos curiosos designios del destino murió de un fulminante ataque del corazón mientras veía (¡cómo no!) una película americana de tan curioso título como Quiero vivir, el duro alegato de Robert Wise contra la pena de muerte. 

Las muchas páginas del libro están divididas en doce capítulos, más una completa bibliografía y una impresionante filmografía. Un necesario índice onomástico y de películas citadas cierran el libro. Los capítulos nos hablan de los primeros años de Leone, de su interés por el cine, su labor como ayudante. Ya como director, Frayling, desgrana una a una (por capítulo) las películas que dirigió, incluso se permite un “entreacto” (capitulo X) para contarnos toda su actividad como productor y guionista.  

Un necesario complemento de este indispensable libro sería el interesante número de la publicación “Nosferatu", que en su último monográfico (número doble: 41-42 ) estudia el cine europeo del “oeste” bajo el título de “Eurowestern”. 

Hagamos una pequeña crítica, para terminar, a los libros editados por T&B, pero que es ampliable a muchos otros libros de cine. Y la haremos en forma de preguntas. Ahí van: ¿por qué las notas a pie de página no son realmente a pie de página y hay que ir al final del libro para buscar la correspondiente referencia? ¿Por qué no se pone el nombre de los directores después de los títulos y año de las diferentes películas enunciadas?  

Con sus pequeños peros, estamos ante un libro imprescindible para acercarnos a una de las grandes figuras del cine mundial. Y, sobre todo, al ser Leone tan mal conocido y, aún hoy, fatalmente considerado (o sea mal entendido) entre algunos de esos que se consideran críticos. Hasta ahora como estudio de este excelente autor sólo existía en España un libro (mejor sería decir dos), bastante flojos debidos a Carlos Aguilar. De ahí la necesidad de cabalgar junto a Frayling por su apasionado estudio.

Mr. Arkadin.

 

Un libro sobre el cine y la poesía, toda una rareza en el mundo editorial.LA FUGACIDAD Y GRANDEZA DE LA IMAGEN

Título: Viento de cine. El cine en la poesía española de expresión castellana (1900-1999)

Autores varios. Introducción, selección y notas de José María Conget.

Editorial: Hiperión.

Madrid, 2002.

El cine ha sido siempre el más potente evocador de los sueños y de los sentimientos más íntimos e imperdurables. A ciertos momentos vividos en la sala oscura contemplando una película atribuimos tiempos y espacios de experiencias personales de intensidad inolvidable. Los poetas, muchos de ellos empedernidos cinéfilos, han intentado con su bendita palabra expresar la intensidad lírica de esos momentos privilegiados.

Este libro inspira su título en el verso de Pedro Salinas: “Sí, le veo sin sentirle./ Está allí en el mundo suyo,/ viento de cine, ese viento”, y recoge una larga y abundante muestra de la inspiración poética de los vates a lo largo de todo el siglo de vida que tiene el cine. 

Desde un primer precioso poema en prosa de Gregorio Martínez Sierra, describiendo aquellas primeras ingenuas sesiones de cine, cuando este tenía la clara poesía del espectáculo de barracón de feria, pasando por los poemas influidos por el surrealismo de los grandes poetas del 27, hasta llegar a la siempre admirativa escritura de los poetas más actuales… El epílogo  del libro nos recuerda la misma fugacidad y su grandeza de la imagen cinematográfica: “Podrá morir de bello Valentino / mas deja en la mejilla de la historia / el oasis de un beso repentino”.

Un largo apéndice de notas que indican las películas a los que se refieren los poemas elegidos y otras que hablan de un modo muy elemental de los directores de esas películas, seguramente realizado para los poco enterados en cine (cosa innecesaria, porque quien compra este libro, por fuerza sabe de éste) completa el volumen.

José Luis Barrera.

 

 

Volver al SUMARIO Página ANTERIOR Página SIGUIENTE Volver al INICIO DE LA REVISTA