The believer
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El asesino dentro de mí

Una película interesante para los adultos y los educadores de la fé, por cuanto muestra que una catequesis equivocada puede crear monstruos.En los removidos años 60, la prensa dio la noticia del suicidio de un joven activista de los movimientos raciales y grupos secretos neonazis que se creaban clandestinamente en los EEUU. Unos periodistas habían descubierto que, precisamente este joven que destacaba entre los neonazis antisemitas por su tremenda furia, era de raza judía. Enterado él amenazó que si publicaban algo sobre su condición semita se suicidaría: cosa que cumplió.

Basado en estos hechos reales, The believer es un filme muy interesante para los adultos y los educadores de la fe, por cuanto da a entender que una educación religiosa infantil errada y basada en la imagen de un Dios cruel y que posterga la libertad humana puede producir los efectos contrarios que se buscan: la pérdida de la fe y también el odio más enconado hacia todo lo religioso. La catequesis que nuestro protagonista recibe en la escuela rabínica así nos lo muestra, al versar sus reflexiones sobre un Yahvé cruel que se complace en el sacrificio y la muerte de sus hijos.

No es desde luego un filme recomendable para adolescentes, por cuanto puede producir en ellos una exaltación de ciertos sentimientos marginales y radicales de modo que el antídoto puede ser peor que el veneno que se quiere combatir. Y esto se avisa por cuanto este tipo de filmes es el preferido de los jóvenes. Un filme de parecida y peligrosa temática se ha convertido en película de culto para ellos: American history X.

En "El creyente" se recogen todos los tópicos existentes contra los judíos... aunque sin acudir al "barnizado" que pueden ofrecer otros autores, como el judío Woody Allen.Estamos, desde luego, ante una buena película que tiene estupendos ingredientes: ritmo, ideas, diálogos inteligentes y una realización moderna y atractiva. Su discurso no puede ser más interesante y actual: nos habla del neonazismo, del racismo, del antisemitismo, de la intolerancia que se convierte en mortífero odio y de las contradicciones que una educación y vivencia religiosa que acentúan las normas y la tradiciones sobre las actitudes cordiales y la adaptación a la vida pueden provocar. De ahí a la repulsa radical de lo religioso o a vivir un divorcio radical entre lo que se vive y lo que se cree -una especie de esquizofrenia espiritual- sólo media un paso.

En al película se vierten todos los argumentos habidos y por haber contra los judíos y su cultura. En este sentido uno se acuerda también de todos los improperios que el también judío Woody Allen lanza sobre la cultura semita. Pero el cineasta neoyorquino lanza sus dardos con el azúcar de su fina comicidad mientras que en esta película se hace a lo trágico.

La fotografía con textura gruesa ayuda a crear un cierto clima de documental.Uno de los admirables valores de The believer/El creyente es estar muy bien documentada sobre la cultura judía (se discute sobre la prohibición de servir juntos la leche y la carne o sobre si encender una luz eléctrica constituye un trabajo que lesiona el sábado). No se evitan todos los prejuicios e ideas antijudías que se han dado a lo largo de la historia (el judaísmo es una enfermedad de la cultura) e incluso se subraya la adoración de los judíos hacia la Torah o sobre la interpretación de ciertos pasajes de la Biblia. Especialmente, sobre el episodio del sacrificio de Isaac (toda una metáfora de la película y de la vida de su esquizofrénico protagonista), de hecho, muchas de las reflexiones exegéticas que se hacen en flash-back, en algunos momentos cargantes, sobre la figura de Abraham, están prácticamente tomados de la obra de Kierkegard “Temor y temblor”, sobre todo de su prólogo. A veces el guión deja algún cabo suelto, especialmente en el personaje femenino, cuya evolución es poco creíble, pero sin embargo tiene unas formidables y hermosas elipsis, así como un final muy conseguido (la metáfora de la subida de la escalera, una especie de movimiento perpetuo que significa la trampa inesquivable en la que se ve sumido el protagonista).

Una fotografía con textura gruesa que da la sensación de documental o de cine independiente, un filme joven, lleno de fuerza, casi salvaje. Pese a todo y, como no puede ser de otra manera en el cine americano dominado por el capital judío, el filme es una apología del judaísmo.

José Luis Barrera

THE BELIEVER (EL CREYENTE)

Título Original:
The Believer
País y Año:
EE.UU., 2001
Género:
DRAMA
Dirección:
Henry Bean
Guión:
Henry Bean, Mark Jacobson
Producción:
Fuller Films, Seven Arts Pictures
Fotografía:
Jim Denault
Música:
Joel Diamond
Montaje:
Mayin Lo, Lee Percy
Intérpretes:
Ryan Gosling, Summer Phoenix, Glenn Fitzgerald, Billy Zane, Theresa Russell
Distribuidora:
Manga Films
Calificación:
No recomendado menores 18 años

 

 

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