|
INTRODUCCIÓN AL CINE DEJOHN CARPENTERPor Luis Tormo
John Carpenter, entrevista aparecida en Clarín Digital, 28 de octubre de 2000.
1.
Los inicios. El
estreno el 24 de agosto en EE.UU. de Ghosts
of Mars (2001), nos trae nuevamente a la actualidad el nombre de John
Carpenter. Nacido en Carthege, New York, en 1948, se crió en Bowling Green,
Kentucky, y ya desde muy joven comenzó a interesarse por el mundo de la imagen,
primero como como gran aficionado al cine del oeste, y posteriormente rodando
sus primeros cortometrajes no profesionales (Revenge of the colossal beats, Terror
from space, Gorgo versus Godzilla,
etc.). Pero su verdadero arranque en el cine profesional viene posibilitado por
la obtención del Oscar al mejor cortometraje en 1970 por La resurrección de Bronco Billy. A partir de aquí, el siguiente
paso sería la preparación de su primer film Dark
Star (1973), en el que participa como coguionista Dan O'Bannon (que
colaborará posteriormente como guionista en películas de ciencia ficción y
terror, Alien, Desafio total, Muertos
y enterrados, etc.). Este
primer film, que no tuvo distribución en España, es considerado como un
ejercicio de iniciación en el proceso cinematográfico adscrito al nuevo rumbo
que las películas de ciencia ficción tomaron bajo la influencia de 2001,
una odisea del espacio de Kubrick. Es
el siguiente film, Asalto a la comisaría
del distrito 13 (1976), que en España se estrenaría más tarde propiciado
por el éxito de La noche de Halloween,
ya define de una manera clara dos aspectos que irán apareciendo en todo el cine
de Carpenter como son, por un lado el recurso al modelo del cine del oeste (un
grupo de personas sitiadas en un fuerte-comisaria) y por otro un estilo visual
muy elegante basado en la creación de tensión mediante la presentación de
situaciones que se van acentuando hasta llegar a un clímax y la aparición de
los primeros travellings y planos
secuencia que posteriormente se confirmarían en La noche de Halloween. Ejemplo de esto es la secuencia del asesinato
de la niña, un conjunto de planos que ya dejaba ver a alguien interesante detrás
de la cámara. 2.
Me llamo John Carpenter y hago películas de terror.
La
niebla y 1997, rescate en
Nueva York continúa desarrollando estos aspectos y si cabe profundizan más
en el esquema de fundir el western y lo fantástico (el pueblo y sus habitantes
en La niebla o el rescate de la chica
frente a todos en 1997, rescate n Nueva
York). Entre medias el film Elvis,
un biopic sobre el cantante americano
que parecería una cosa rara en su carrera si no fuera porque la pasión por la
música (su padre era violinista y profesor de música) es otro de los aspectos
que controla en sus producciones (prácticamente todas sus películas llevan música
del propio Carpenter). 3.
Horizontes perdidos. A
partir de aquí, y con una carrera ascendente que le posibilita el acceso a
repartos y técnicos de calidad, con mejores presupuestos, etc. asistimos a una
caída espectacular y no sólo en su consideración respecto de la crítica sino
también en la taquilla, que va a marcar el resto de su trayectoria. ¿Las
causas? Fundamentalmente dos, en primer lugar, Carpenter es un director que se
mueve de una manera más cómoda en pequeñas producciones donde puede controlar
casi todos los aspectos; y en segundo lugar, los proyectos que fracasaron lo
fueron por asumir modelos ajenos a Carpenter. Así, La
Cosa (a la que había citado en La
noche de Halloween) está demasiado cerca de Alien; Starman sigue a
Spielberg y E.T. y en Golpe
en la pequeña China intentó seguir los seriales de aventuras tipo Indiana
Jones; y en Christine el choque con el universo de Stephen King lo dejó
noqueado. Algo parecido le pasó a Tobe Hooper cuando de producciones pequeñas
saltó a Poltergeist y fue absorbido
por la estética de Spielberg. Estos
fracasos seguidos pasan factura y Carpenter vuelve a intentar retomar su carrera
con El príncipe de las tinieblas y Están
vivos que recuperan parte del mundo del realizador, pero Memorias
de un hombre invisible vuelve a suponer un patinazo considerable. Ante esto
hay un refugio en el mundo de las producciones televisivas y en los guiones
(incluida enésima revisión del mito Halloween)
y un par de películas que no aportan valores demasiado positivos más allá del
propio mantenimiento dentro de la industria: El pueblo de los malditos (remake
de un film de los 50) y En la boca del
miedo. 4.
El regreso.
|