| ENTRE DOS FUEGOS (película con
momentos logrados, con cierto interés pero que no llegan a la categoría de buenas)
Todo sobre mi madre. Nacionalidad: Española, 1998. Argumento, guión y dirección: Pedro Almodóvar. Intérprertes: Cecilia Roth, Marisa Paredes, Candela Peña, Penélope Cruz Nuestro cineasta más internacional presenta su última película que es una variación más en su obra, combinando algunos momentos magistrales con otros muchos más lamentables, de unos asuntos que parecen obsesionarle: el valor y el coraje de algunas mujeres, la marginación en que estas pueden vivir, la diferenciada anarquía de modo y maneras con las que éstas desarrollan su sexualidad, el desprecio hacia el rol masculino tradicional y junto a todo esto, la necesidad de ternura y el natural instinto nunca apagado y ennoblecedor de la maternidad. Como advertirse puede, muy buenas intenciones que el cineasta manchego no llega nunca plasmar en sus filmes: el cine de Almodóvar está hecho de relámpagos de genialidad en medio de la noche de la mediocridad y la torpeza: pero el espectáculo y la descarga artística de una tormenta de verdad con sus rayos y truenos sobre nuestra cabeza, nunca sucede. Almodóvar se ha convertido pese a su éxito internacional- en la eterna promesa del cine español.
El problema de la temática de Almodóvar es que el cineasta manchego no trata nunca estos asuntos con normalidad y naturalidad: sus argumentaciones son extremosas, las situaciones de sus filmes son chirriantes y provocativas y los personajes llenos desgarro y desarraigo. Item, más: su estética (no escribiré el adjetivo, para ser políticamente correcto) es muy peculiar, y muchas veces enervante. Todo hace que el cine almodovariano nunca se vea con indiferencia: el público siempre aparece dividido entre detractores y admiradores. Es lo que va a pasar sin duda también con esta su última obra. Cuenta Todo sobre mi madre la historia de una mujer de origen argentino (Cecilia Roth) que pierde a su hijo (Eloy Azorín) en un accidente y acude a Barcelona a buscar al padre de éste. Allí se encuentra con una actriz de teatro (Marisa Paredes) y lesbiana, una monja (Penélope Cruz) que está embarazada y tiene el Sida (!) y un antiguo amigo (Antonia San Juan) travestí que se dedica a la prostitución. Como puede verse, la película nos muestra toda una típica galería de personajes muy característicos del cine de Almodóvar. Personajes que él suele retratar con desgarro, ternura y sentido del humor y tras los cuales suele haber decididas posturas éticas de apoyo al marginado, de aceptación del que es diferente y de libertad de conciencia frente a la estrechez de miras e intolerancia de mucha gente bienpensante. Simultánea y contradictoriamente, se presentan postulados y situaciones que se dan de narices con los anteriores planteamientos. El film está dedicado, como aparece en los títulos del final, a todas las mujeres que luchan, que dan amor a través de la maternidad. Muy buenas intenciones que tienen en su haber el saber urdir un relato con momentos de tenso dramatismo y solidez narrativa sin acudir a la lágrima fácil, unas altísimas interpretaciones de las actrices y sentido de la forma y de la plasticidad icónica más que admirable. Pero Almodóvar sólo sabe sostenerlos a través de distintas unidades secuenciales, de modo que el relato general no se soporta por falta de verosimilitud. Y en este film aún se nota más porque algunos personajes aparecen sin desarrollo dramático alguno, convocados sólo por necesidad de un guión mal perfilado.
Todo sobre mi madre parece repetir una vez más un cliché de reparto y situaciones que ya sabe a gastado: un niñato guapo (en otro tiempo fue Antonio Banderas, en la anterior, Liberto Rabal, ahora es Eloy Azorín), unas dos o tres mujeres de su clan, una actriz de carácter (Marisa Paredes), un personaje de aspecto andrógino para dar desgarro a la cosa y un actor travestido (Miguel Bosé y ahora Tony Cantó). ¡Esto ya lo he visto! Sobran bastantes disgresiones y salidas de tono (la donación de corazón, el monólogo teatral), algunos planos virtuosistas y ciertos decorados inapropiados. El más grave fallo del film, que desmerece al final casi todo lo conseguido, es precisamente su final, con una puesta en escena ramplona y unas situaciones increíblemente torpes y atolondradas: la secuencia de la aparición de Tony Cantó en el cementerio es verdaderamente patética, las otras secuencias posteriores están de más por que intentan explicitar lo que precisamente no hace falta .José Luis Barrera
No mires atrás ( No loocking back).- Nacionalidad: Norteamericana, 1998. Argumento, guión y dirección: Edward Burns.- Intérpretes: Edwards Burns, Laurence Holly, Jon Bon Jovi
Próxima parada: Wonderland (Next stop Wonderland).- Nacionalidad: Norteamericana, 1988. Dirección. Brad Anderson. Guión: Brad Anderson y Lyn Vaus. Intérpretes: Hope Davis, Alan Gelfant, Victor Argp
Mediocres ejemplos de lo que actualmente se entiende por cine independiente. Conflictos sentimentales, enfrentamientos entre la (s) pareja (s) para que al fin todo termine en el mismo punto que nos encontramos. Mucho rodaje en exterior, muchas citas actuales, todo para dar el aliciente que nos encontramos en la realidad más total, donde lo rosa, rosáceo y tiernamente negro trata de acercarnos a unos seres que se suponen cercanos. Lo curioso es que todas las películas parecen ser exactamente iguales a las otras (a las independientes). Con decir que hoy se sigue considerando a Atman como un ejemplo de cine independiente total está todo dicho. Un director importante y metido hasta dentro en la industria. Entre este cine (el de los Burns y compañía) y el de Biberman o Cassavetes existe la misma diferencia que entre El gran dictador y La vida es bella. Si se quiere pasar el rato, con muchas limitaciones, se puede acudir a estas puestas en escena rutinarias, escasamente originales. Aunque lo mejor es echarse un "clásico" a la espalda. Mr. Arkadin
El extranjero loco (Gadjo Dilo). Nacionalidad: Francesa, 1997. Dirección: Tony Gatlif. Argumento y guión: Gatlif, Kits Hilaire y Jacques Maigre. Intérpretes: Romain Duris, Rona Hartner, Izidor Serban, Florin Moldovan, |