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El primer Carpenter
Dios y el Diablo
Carpenter y Hitchcock
Espíritu independiente
Cine con añoranzas
En la boca de Carpenter

CINE DE HOY CON AÑORANZAS

Por Mister Arkadin

En "El príncipe de las tinieblas" Carpenter continúa con sus guiños cinéfilos particulares, entre ellos firmar el guión con el pseudónimo Martin QuatermassNo sé exactamente que año se estreno en España La noche de Halloween (1978). Este film tercero según todas las filmografías (la página de Internet IMDB añade otro, que nadie cita, El guerrero y el diablo que al parecer firmó como Johnny Carpenter) fue el primero que se estrenó entre nosotros. El primero  fue Estrella oscura, no estrenado aquí al menos comercialmente (creo que llegó a pasarse por televisión) y el segundo Asalto a la comisaría del distrito 13 lo pudimos ver después de Halloween y merced a su éxito comercial. Después nos han ido llegando uno a uno sus posteriores filmes.

Bien, lo que quería decir, que, independiente del año de su estreno, Halloween fue una película que me impactó. A mí y a mucha más gente. El comienzo, rodado en cámara subjetiva por medio de vigorosos travellings, era magnifico. Una auténtica carta de presentación de un director que tiene muchas cosas que decir y sabe cómo hacerlo. La importancia de aquella película fue enorme. No solamente dio a conocer a una buena actriz, Jaime Lee Curtis (hija de Janet Leigh y Tony Curtis) sino que abrió la nueva (y a veces) calamitosa corriente del terror de los años ochenta. Bien es verdad que en su nombre (en el de Carpenter y Halloween) se han convertido verdaderas monstruosidades, pero ni el director ni su magnifica película tienen la culpa.

Muchas de las constantes estéticas (y quizás éticas) se encuentran ya en esta tercera obra del director norteamericano. La presencia de un mal superior, incluso, a todos nosotros, incapaz de desaparecer, la angustiosa situación de unos seres encerrados en un lugar a lo largo de un pequeño periodo de tiempo, la culpabilidad dominante de los personajes, y... sobre todo, la forma de crear una atmósfera agobiante, aprisionadora, más lograda por el perfecto uso del “scope” en una planificación adecuada al (en función del) sistema. Y es que Carpenter es un perfecto definidor de atmósferas. Ahí está la comisaría atacada por unos jóvenes que desean divertirse con la violencia (Asalto a la comisaría del distrito 13), las transformaciones de los seres solitarios en monstruos venidos de más allá sin olvidar (nuevamente) su enervante comienzo (la persecución de un aparentemente inofensivo perro) en La cosa, la niebla inundado el pueblo antecediendo a la presencia de los muertos que exigen justicia (La niebla), la caravana de los automóviles acudiendo al hospital donde nacerán extraños niños o la misma caravana dejando a los niños en el granero, sin olvidar el paseo –siempre en parejas y como uniformados exceptuando al pequeño David al que le falta su pareja muerta al nacer (El pueblo de los malditos), el primer ataque de los cazadores de vampiros (Vampiros), el pueblo solitario donde acude el protagonista con la chica que lee libros para su publicación en la editorial (En la boca del miedo), el coche rojo de hace bastantes años, convertido en un espíritu demoníaco (Christine), las ciudades convertidas en prisiones de alta seguridad (1997, rescate en Nueva York y 2013, rescate en Los Angeles), una iglesia donde tiene lugar la lucha con el diablo (El príncipe de las tinieblas) o, en fin, las emisiones de televisión interferidas (Están vivos)... Todo ello descrito con unos colores fantasmales donde la importancia del momento es capaz de hacer olvidar hasta la propia historia narrada.

En su admiración por el cine, a Carpenter no le importa rodar "remakes" de viejos éxitos, como "La cosa" o "El pueblo de los malditos". Ambas, curiosamente, superan a sus respectivos originales.Gran admirador del cine, Carpenter es capaz de rendir mil y un homenajes a las películas y al cine que en realidad admira y le interesa. Algo que no solamente se expone en las películas que él dirige sino que se extiende a los guiones que ha escrito. Y entre ese cine, y autores (de Hawks a Hitchcock) aparece su preferencia por el western, por el cine de aventuras e incluso por los seriales. La idea de Están vivos no se presenta lejana a la de Invasión de los ladrones de cuerpos, Memorias de un hombre invisible parece homenajear El hombre invisible de Whale (aunque en Carpenter haya una idea prioritaria), La cosa es un (falso) remake de El enigma del otro mundo (con claras connotaciones de Alien), El pueblo de los malditos vuelve sobre un filme inglés, que él admira, del mismo título (aunque en TVE se llamó El día de los malditos), Gran golpe en la pequeña china es una aproximación a los seriales de Fu-Manchu, El príncipe de las tinieblas puede recordar a algún título que hiciera Fisher para la Hammer, Estrella oscura sigue los pasos (y parodia hasta cierto punto) 2001, una odisea del espacio... Más arriesgado, porque no sé si la conocerá, sería decir que en parte En la boca del miedo (sobre todo en su final) se asemeja a Angustia de Bigas Luna. Lo que sí es cierto es que ese filme, y algún otro suyo, homenajea a escritores como Lovecraft o Machen como ocurre también en La niebla.

Por otra parte uno de sus géneros predilectos, el western, aparece de forma explícita en varios de sus filmes. Así Asalto a la comisaría del distrito 13 es una visión “actual” de Río Bravo de Hawks (un director al que admira y del que tomará El enigma del otro mundo, producida y según dicen algunos dirigida en parte por él, para convertirla en una obra mucho más interesante que la original, La cosa. Y es que los remakes de Carpenter son mejores que los originales, como es también el caso de El pueblo de los malditos). El nombre del montador de Asalto..., un ejemplo de la unidad con la “peli” de Hawks, es John T. Chance, pseudónimo que sirve para “esconder” al propio Carpenter. ¿Por qué emplea ese nombre? Simplemente porque ese era el nombre del personaje que interpretaba John Wayne en el filme de Hawks. Algo parecido ocurre cuando escribe el guión de El príncipe de las tinieblas que firma como Martín Quatermass, sin duda en honor de las películas inglesas del Doctor Quatermass.

¿Hay más películas que recuerden o homenajean a westerns de explicita manera? Sí, y varias. Me figuro (no la conozco) que su corto La resurrección de Bronco Billy tiene mucho de western. Pero sí conozco los dos Rescates, con personajes y situaciones que nos recuerdan a ese cine. Kurt Russell (el actor que más veces ha trabajado con Carpenter) emula en esos títulos a cualquier anti-heroe de una película de Leone. Vampiros, bello y áspero estudio sobre el mito de los habitantes de la noche, procede directamente de Grupo Salvaje de Peckinpah.

Algunos guiones escritos por Carpenter curiosamente sí se han desarrollado totalmente en el terreno de los western. Es el caso de El diablo (un nombre muy ligado a su cine), la historia de un endeble maestro que termina convertido en un furibundo “matón” con... la ayuda de siete hombres. Cada uno de los hombres tiene una determinada actividad. El recuerdo de Los siete magníficos es el claro referente utilizado.

La casa de Michael Myers en "Halloween", hoy ya convertida en un símbolo del moderno cine de terrorDifícil resulta encasillar alguna determinada película de Carpenter. Es el caso de Starman (1984), una rara película (quizás con cierto aire a Ultimátum a la Tierra de Wise), que no termina por centrarse en su filmografía, a no ser por el planteamiento cíclico, o la continuada persecución. De todas formas hay en ella una serie de imágenes extrañas y atrayentes (el milagro del ciervo, el personaje perdido en un mundo que no es el suyo). Este E. T. Humano (estupenda su transformación en la figura del marido de la protagonista), dio origen a una serie de televisión.

El cine de Carpenter, a pesar de sus homenajes, es totalmente personal. Una forma distinta de acercarse al horror y la violencia existencial. Un realizador polifacético (montador, guionista, autor de la música de sus películas –formó parte de una banda de rock- actor en películas propias y ajenas, casi siempre bajo el pseudónimo de Rip Haight....) que debe ser considerado mucho más que como un buen realizador de serie B.

 

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