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| AMANECE QUE NO ES POCO (Relación
de películas que con un poco de suerte pueden llegar a entretener)
Ejecución inmediata. (True crime). Nacionalidad. Norteamericana, 1999. Dirección. Clint Eastwood. Guión: Larry Gross., Paul Brickman y S. Schifft. Argumneto. La novela de Andrew Klavan.- Intérpretes: Clint Eastwood, Isdaiah Washingtton, Denis Leary Nueva incursión de Eastwood en el "triller", pero sin estar a la altura de su obra anterior en el género, Poder absoluto. Y eso que la historia ofrecía muchas posibilidades: la lucha de un veterano periodista que se fía mas de su olfato que de lo que "ve", por impedir la ejecución de un negro condenado a muerte por el asesinato de una joven blanca embarazada.
El guión resulta deslavazado e inconexo y hasta previsible: desde como entra el viejo periodista en el caso hasta como lo acaba resolviendo. Y la puesta en escena carece de nervio (por ejemplo el amaneramiento con que se planifica la secuencia de la cámara de gas) y de ritmo (hay secuencias que se alargan desmesuradamente y otras que se podían suprimir porque resultan redundantes). Eastwood llega a recurrir incluso al consabido "salvamento en el último minuto" de Griffith para resolver la historia, aunque sea a "minuto pasado" y aunque quede en el aire si realmente el protagonista ha conseguido su objetivo ya que el epílogo final que tanta polvareda ha levantado, deja abierta la discusión de si se trata o no de un falso "happy end", resultado de la imposición, o no, de la distribuidora de la película. En definitiva, lo que en la espléndida Poder absoluto era cine en estado casi puro, ha dejado paso a la rutinaria Ejecución inminente denote Eastwood se copia a si mismo. PERIODISMO. PENA DE MUERTE. Ángel Esparcía
Little voice. Nacionalidad: Britanica, 1998. Guión y Dirección: Mark Herman. Argumento: La obra de Jim Cartwright. Intérpretes: Brebda Blethyn, Jane Horrocks, Michael Caine
La anterior película del señor Herman, de aparente oficio realizador de películas, Rompiendo al viento, no era demasiado esperanzadora, bueno si se quiere era una pequeña cosita bienintencionada y un poco tontorrona. Ideas mal construidas, unos personajes débilmente dibujados y una realización típica de televisión no suponían ninguna buena carta de presentación. Su tirón inicial estaba en formar parte de ese lote de películas inglesas (desde Como pez en el agua hasta Full monty pasando por cosas como Trainspotting) que son (absurdamente) consideradas como la revitalización de aquel maravilloso cine ingles mordaz, irónico y crítico de los años 50. El parecido, por otra parte, con la obra actual de los Loach, Frears, Davis y algún otro compañero franco tirador es pura coincidencia. La segunda película que nos llega de Herman es peor que la anterior, un intento de cuento repleto de maldad y bondad a partes iguales. Unos personajes insoportables (en si y para nos) que parecen mezclar los peores guiños de las actrices italianas del neorrealismo con la interpretación del método, una poesía que haría enrojecer de vergüenza al más refinado pastelero escritor y unos símbolos cogidos con pinzas dan como resultado un pesado producto. Para remate se introducen problemas psicológicos explicativos dados en virados flash. La reiterativa (por si no se entendía) historia de los palomos - o la paloma perdida - resulta como menos innecesaria, al igual que el tímido cuidador de los palomos que aparece y desaparece de escena de acuerdo a las más estrictas normas del guión. Desencajada, torpe, aburrida, olvidable. Mr. Arkadin
Shakespeare enamorado (Shakespeare in love). Nacionalidad: Norteamericana, 1998. Dirección: John Madden. Argumento y guión: Marc Norman y Tom Stoppard. Intérpretes: Joseph Fiennes, Gwyneth Paltron, Judi Dench (Ver EN CADENA DOS nª 6)
Vigo Nacionallidad: Inglesa, España, Francia, 1998. Dirección. Julien Temple. Guión: Peter Etttedgui, Anne Devin y Julien Temple. Argumento: La novela de Paulo Emilio Salles. Intérpretes: Romane Bohringer, James Frain Vaya suerte que ha tenido el gran realizador Jean Vigo. Autor tan sólo de dos largometrajes y un corto. Muerto muy joven. Un mito. Y va a caer en manos de uno de sus admiradores. Al menos eso dice al final de la película. De no decirlo creeríamos que había caído en manos de un enemigo. Julien Temple, si se puede llamar director, apesta a imágenes bellamente compuestas, a composiciones milimetradas en contradicción total con la propia historia que está contando. La película es una cosa y la vida y obra de Vigo otra. Su máxima originalidad, la de Temple, surge cuando al final, en el montaje de L´atalante asistimos a su "sangre" (la de Vigo) pasando a la película: es decir el hombre vampirizado por su obra, dando la vida por ella. Pero, incluso, ese plano, es muy elemental. Personajes sin entidad, complejos (¡que dadas son las últimas películas a ello!) freudianos, enfrentamientos familiares y unos imágenes del ayer que quieren explicar la historia del hoy. Buenos y malos son los jugadores de esta partida cinematográfica donde de vez en cuando se da salida al personaje de amigo (o primo) Oscar, un médico que entra y sale de la narración sin que nunca sepamos cual es su exacta relación con lo narrado. Temple dice admirar a Vigo. Uno lo duda. Temple siempre se ha dedicado a hacer videoclip y de eso Vigo lo ignoraba todo (y si lo hubiera conocido lo hubiera arrojado a un lado). El anarquismo en todos los sentidos (personal, creacional) de Vigo ha quedado muy mal representado en esta estúpida película. Los cinefilos del mundo se desgarrarán indignados sus vestiduras. Mr. Arkadin. |
